La «auto-oposición»: una concejal gana una plaza que convocó ella misma

Lleva cinco años al frente de la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Alcañiz y, en esa condición, supervisó y promovió la convocatoria de una plaza de para ese mismo departamento que ella dirige. La sorpresa saltó en enero cuando ella misma, a su vez, apareció como una de las aspirantes a esa oposición. Y aquello ha acabado en revuelo político y peticiones de dimisión contra la edil, Anabel Fernández (PP) , después de que haya sido precisamente ella la que ha ganado la oposición y se ha hecho con la plaza .

Se trata de un puesto de trabajo interino como técnico de Intervención. De incorporarse a la plaza, tendrá que abandonar su actual condición de concejala. Además de estar al frente de la Concejalía de Hacienda, Anabel Fernández también es teniente de alcalde de Alcañiz y ocupa escaño en el Consejo Comarcal . Es licenciada en Dirección y Administración de Empresas y cuenta con experiencia profesional previa en auditoría, entre otros campos.

El PP ha defendido en todo momento la legalidad del proceso y el derecho de la edil, como cualquier otro ciudadano, a presentarse a una oposición. Insisten también en que los trámites se han realizado de forma transparente y que el tribunal de la oposición estaba formado por externos, designados por otras administraciones públicas para supervisar estas pruebas de selección.

Sin embargo, en el resto de partidos lo ven de forma más crítica. El PSOE afirma que, aunque se ajuste a la legalidad, choca con la estética que ha de regir en política. El PAR también se ha pronunciado de forma crítica, y Ganar Alcañiz ha pedido abiertamente la dimisión de Anabel Fernández.

El asunto se ha complicado porque otro de los opositores ha impugnado el resultado de las pruebas. Sostiene que la edil tuvo ventaja: la oposición constaba de un examen teórico y otro práctico. En una de estas pruebas, los aspirantes podían acudir con manuales para apoyarse a la hora de contestar a las preguntas, pero el opositor que ha pedido la impugnación sostiene que la edil se presentó solo con un ejemplar del Plan General Contable y que el tribunal le facilitó también otro manual.