Fiscalidad
Aragón suprimirá su polémico Impuesto de Contaminación de las Aguas, pero creará otro
Es uno de los compromisos incluidos en el programa de gobierno pactado entre el PSOE, Podemos, el PAR y la Chunta
El Gobierno aragonés va a suprimir el polémico Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) , con el que anualmente pasa al cobro unos 70 millones de euros entre los contribuyentes de la región, tanto particulares como empresas. Eso sí, la eliminación de este gravamen va a ser relativa , porque el Ejecutivo autónomo ya ha anunciado que va a sustituirlo por otro nuevo impuesto .
Así lo ha dicho este martes en las Cortes de Aragón el socialista Javier Lambán, durante su discurso de investidura. Lambán, que encara su segundo mandato consecutivo al frente de un Ejecutivo regional que esta nueva legisaltura va a estar integrado por cuatro socios: el PSOE, Podemos, los liberal-regionalistas del PAR y los nacionalistas de izquierdas de la Chunta.
En los últimos años, el polémico ICA ha sido un motivo de enfrentamiento político en Aragón. Podemos ha sido especialmente beligerante contra este impuesto, mientras el PSOE ha defendido insistentemente su mantenimiento.
Ahora, sin embargo, el pacto cuatripartito para formar gobierno ha sido aprovechado por Podemos para forzar a la supresión del ICA, aunque está por ver cuál es su consecuencia práctica y en qué medida afecta a los bolsillos de los distintos contribuyentes. Y es que su eliminación no va a ser del todo real, en sentido estricto, toda vez que va a verse sucedida por la implantación de un nuevo gravamen.
Se derogará el ICA y «se habilitará una nueva figura tributaria», ha dicho Lambán desde la tribuna de las Cortes regionales, sin dar más detalles de en qué consistirá ese nuevo impuesto, a quién se le cobrará y a cuánto ascenderá.
El anuncio parece apuntar a una reformulacion impositiva, con el objetivo de que los ingresos que el Gobierno aragonés vaya a perder por la supresión del ICA se compensen con esa otra «figura tributaria» de nueva creación a la que se ha referido Lambán. Pero queda en el aire cuál será el objeto y el sujeto tributarios de ese nuevo impuesto; es decir, a quién se le cobrará y por qué.
La política fiscal es uno de los puntos complicados para poner en común a los cuatro partidos que pasan a formar parte del nuevo Gobierno aragonés y entre los que hay profundas diferencias en esta materia. Las más significativas se dan entre las proclamas lanzadas hasta ahora por el PAR para que se baje la presión fiscal y la apuesta de los grupos de izquierdas por un aumento del gasto público que exigiría reforzar la recaudación tributaria salvo que se quiera aumentar el déficit y la deuda pública.
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