Empresas públicas

Aragón inyecta otros 54 millones en la empresa pública Plaza para salvarla de la quiebra

Ibercaja abandona esta sociedad, cuyas cuentas se vieron lastradas años atrás por la corrupción política

Marta Gastón (PSOE), consejera de Economía del Gobierno aragonés Fabián Simón

Roberto Pérez

El Gobierno aragonés volverá a tirar de talonario público para salvar de la ruina a una de sus empresas que acumulan pérdidas más abultadas, la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza S.A.) . El Gobierno aragonés acaba de aprobar un desembolso extra de 54,27 millones de euros, tan solo siete meses después de que le diera otros 86,6 millones para descargarla de las deudas que acumulaba con los bancos .

Esta nueva inyección de capital es imprescindible para salvar de la quiebra a esta sociedad pública, según ha reconocido la propia consejera aragonesa de Economía, Marta Gastón.

Creada hace 16 años por el Ejecutivo autónomo, es la mayor plataforma logística de Europa. También ha sido el escenario del mayor caso de corrupción que ha salpicado hasta la fecha al PSOE aragonés, en la etapa en la que Marcelino Iglesias estuvo al frente del Gobierno regional.

Lastrada por esos escándalos que han acabado en los juzgados y que -según algunos informes periciales- pudieron haber supuesto el desvío de casi 200 millones de euros, Plaza S.A. ha superado ampliamente los 100 millones de euros pérdidas desde que se puso en marcha, cifra a la que hay que añadir los 130 millones de euros que se desembolsaron para urbanizar los terrenos, y los casi 100 millones de euros de deuda financiera (préstamos) que llegó a acumular y de los que también se hizo cargo el Gobierno aragonés a finales del año pasado. Exactamente, el Ejecutivo regional le dio 86,6 millones de euros a Plaza S.A. para que saldara los préstamos que tenía acumulados.

Esos 86,6 millones de euros se los dio el Gobierno aragonés «al debe», pasaron a engrosar la deuda pública de la Administración autonómica . En su conjunto, el Ejecutivo regional debe actualmente -cifras al cierre del primer trimestre del año- algo más de 7.000 millones de euros, mil millones más que hace un año.

En la sociedad Plaza, sus pérdidas se han ido acumulando pese a las repetidas y multimillonarias inyecciones de fondos públicos que ha ido destinando el Gobierno regional, unas veces a través de ampliaciones de capital, otras por la vía de préstamos avalados por el Ejecutivo autónomo.

Sin embargo, todos los partidos políticos coinciden en que Plaza tiene futuro , pese al agujero que ha acumulado hasta ahora. Sus cuentas no solo se han visto lastradas por la corrupción, sino también -y en mucho- por la crisis económica que hundió el negocio inmobiliario y la inversión empresarial.

La parálisis de las ventas de suelo industrial azotaron a Plaza justo en los años en los que despegaba su comercialización. Ahora, insisten desde el Gobierno aragonés, el horizonte es totalmente distinto. Subrayan las operaciones de venta de suelos que tiene a la vista -algunas en negociación, otras en perspectiva- y el convencimiento de que el relanzamiento de la economía apuntalarán definitivamente el despegue de Plaza como gran centro logístico de Europa.

Ibercaja se marcha

Un optimista horizonte que, sin embargo, no parece resultarle atractivo a Ibercaja . El banco aragonés, que desde que se constituyó Plaza S.A. ha figurado como accionista de la sociedad, ha rehusado acudir a la ampliación de capital de 54,27 millones de euros que se tiene que acometer ahora para que esa empresa pública no quiebre. Ibercaja, al renunciar a esta ampliación de capital, quedará fuera de Plaza S.A., dejará de ser accionista de la misma. Igual ocurrirá con el Ayuntamiento de Zaragoza. Asfixiado por las deudas, el Consistorio gobernado desde hace un año por Podemos e Izquierda Unida, tampoco suscribirá la ampliación de capital.

De esta forma, esos 54,27 millones de euros que hay que inyectar con urgencia en Plaza los tendrá que desembolsar en solitario el Gobierno aragonés, con cargo al presupuesto de la Comunidad autónoma. Así lo acordó este martes su Consejo de Gobierno, presidido por el socialista Javier Lambán.

Ibercaja dejará de formar parte de Plaza y, por tanto, dejará de tener voz y voto en el consejo de administración de esta sociedad pública. Es la consecuencia lógica de dejar de ser accionista. Una lógica que, sin embargo, no se cumplirá con el Ayuntamiento de Zaragoza.

El gobierno de la órbita de Podemos dirigido por Pedro Santisteve seguirá teniendo voz y voto en la sociedad pública Plaza pese a no poner ni un euro en la ampliación de capital y pese a dejar de ser accionista de esa empresa. El Ejecutivo regional, a pesar de ello, ha decidido reservarle un puesto en el consejo de administración de Plaza. Así las cosas, el Ayuntamiento deja de ser accionista de la Plataforma Logística, pero seguirá teniendo voz y voto en la dirección ejecutiva de esta sociedad.

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