Sociedad
Las alfombras de serrín de Aguaviva (Teruel), declaradas de interés turístico
La tradición de decorar las calles con serrín coloreado hunde sus raíces en el siglo XV
Cada 28 de agosto, coincidiendo con la festividad de San Agustín, la localidad turolense de Aguaviva se llena de color a pie de calle. Los vecinos engalanan el pavimento con efímeras alfombras realizadas a base de serrín coloreado , sobre las que luego transita la procesión del Santísimo Misterio , en conmemoración con unos milagrosos acontecimientos que tuvieron lugar en este pueblo turolense a finales del siglo XV. Ahora, esta celebración acaba de ser declarada de Interés Turístico Regional .
Fue en 1475 cuando un incendio destruyó la iglesia de Aguaviva. Sin embargo, según cuenta la tradición, las llamas no lograron prender en las hostias que había en el templo. Las sagradas formas quedaron intactas, pese a que las llamas arruinaron por completo el edificio y lo que había en su interior.
Así nació el «Santísimo Misterio de los Corporales de Aguaviva», convertido de inmediato en una celebración mantenida en esta localidad año tras año desde entonces.
Ligado a esa festividad y a la fe popular, con el tiempo surgió la tradición de las alfombras «tejidas» a ras de suelo para colorear fugazmente el paso de la procesión que recorre Aguaviva cada 28 de agosto. Son las «Alfombras del Santísimo Misterio», una laboriosa tradición para la que se utiliza, desde hace décadas, serrín teñido, coloreado.
La preparación lleva meses de trabajo, prácticamente todo un año. Primero, idear el diseño, dibujarlo y plasmarlo sobre el papel. Luego, decidir el definitivo. Después, preparar el serrín coloreado. Y, cuando se acerca la festividad, ponerse manos a la obra -muchas y con intensidad- para formar los dibujos a base de serrín teñido con los que se cubren las calles y sobre los que luego transita la procesión.
La singular celebración acaba de merecer ahora que haya sido declarada de Interés Turístico Regional. El Gobierno aragonés le acaba de conceder la catalogación, «por tratarse de una celebración original, elemento fundamental de la tradición popular de la localidad, que viene celebrándose desde hace varias décadas para conmemorar los sucesos ocurridos en 1475».