El ala socialista del Gobierno desvincula el fracaso con la 'ley mordaza' de otras leyes pero Podemos estalla: «Es indecente»
Moncloa culpa a ERC y Bildu por querer ir «más allá» del compromiso del Gobierno respecto a la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Podemos acusa al PSOE de precipitar la caída de la ley y les acusa de no haber querido nunca la derogación por la presión de los mandos y sindicatos policiales
Los socios del Gobierno tumban la reforma de la 'mordaza' y ahondan la crisis de la coalición
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El Gobierno trata de restar importancia al fracaso que la mayoría de legislatura ha cosechado esta mañana en el Congreso de los Diputados al fracasar la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana. O mejor dicho lo hace la parte socialista del Ejecutivo, mientras que en Podemos arremeten contra el socio mayoritario por este fracaso.
La Moncloa trata de restar trascendencia a lo sucedido y desde luego lo que hace es desvincular al Gobierno del origen de la iniciativa. Y por tanto no solo limita sino que niega responsabilidad alguna en este fracaso, pese a que era un compromiso programático de la coalición de Gobierno.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha señalado este martes que se trata de una Proposición de Ley del PNV y que «hemos apoyado esta iniciativa», en referencia a la votación en la Comisión de Interior en la que tanto PSOE y Unidas Podemos han votado a favor del dictamen.
Aquí Rodríguez traslada toda la responsabilidad a terceros, sus habituales socios parlamentarios: «Hemos observado que grupos como ERC y Bildu han impedido que salga adelante. Que esté vigente hoy es porque ha habido grupos políticos que no han apoyado esta iniciativa. Ellos sabrán. Es una pena que una ley que era también esperada no haya podido salir adelante», ha dicho la portavoz del Gobierno.
Estos dos grupos no han querido votar el texto porque demandaban seguir negociando en cuatro puntos en los que no había acuerdo. Pero PSOE y PNV decidieron llevar ya a votación en comisión el dictamen con las enmiendas pactadas. Al no incluirse cambios en esos aspectos, ERC y Bildu han votado en contra. Los asuntos polémicos eran las devoluciones en caliente, el uso de las pelotas de goma y las cuestiones relativas a la veracidad y las faltas a las autoridades policiales.
En privado, fuentes gubernamentales insisten en que esa iniciativa «no es del Gobierno» aunque sí reconocen que era «un compromiso del PSOE». E insisten en culpar a ERC y Bildu por «impedir» la derogación. Los socialistas consideran que las enmiendas presentadas «reflejan lo que prometimos reformar». «Ellos sabrán qué es mejor, si avanzar con el objetivo del gobierno o añadir más cosas y evitar que prospere la derogación. Han preferido volver a la del PP por sus temas que están fuera de agenda», insisten desde Moncloa culpando a estos dos socios.
Y lo que sí hacen es insistir en que ha que «diferenciar esto respecto a algo que proviene del Gobierno». Por ejemplo la Ley de Vivienda cuya viabilidad en el Gobierno separan de lo que ha sucedido con la 'ley mordaza'. No hay contagio en forma de ruptura definitiva del bloque parlamentario: «No tiene nada que ver. En mordaza, ERC y Bildu han querido ir más allá del compromiso del Gobierno».
Peo el enfoque que hace Podemos es otro. Aunque ha decidido votar a favor del texto pactado junto a PSOE y PNV, en la formación morada hay mucho malestar por la «negativa» del PSOE a negociar esos puntos que demandaban ERC y Bildu. La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha criticado la voluntad de su socio: «Me resulta incomprensible la cerrazón a negociar del PSOE. En la oposición se comprometió a derogarla completamente. El Gobierno de coalición no puede permitirse desperdiciar así el último año de legislatura».
En la misma línea, Isa Serra, coportavoz de Podemos, ha recordado que la derogación «era un compromiso del PSOE con todo el gobierno, mayoría de investidura, y sobre todo con la ciudadanía». Y ha considerado «indecente» que el PSOE «vuelva a incumplir su palabra negándose a eliminar los aspectos más lesivos, contrarios al derecho de manifestación y a los Derechos Humanos».
El fundador de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que el PSOE «nunca ha querido derogar la ley mordaza» porque «entienden que no les beneficia de cara a su electorado y Marlaska teme la presión «sindical» y también la de los mandos policiales». Iglesias acusa al PSOE de haber diseñado una negociación «en la que se han cerrado en banda a las propuestas de los socios de izquierdas, a sabiendas de que sin ERC y Bildu la reforma no saldría», para ahora poder invertir sobre ellos la culpabilidad en el fracaso de la derogación.