El volcán muestra debilidad

A simple vista el volcán se aprecia tranquilo y confirma lo que constatan las mediciones de los científicos. "Hemos tenido varias horas sin nada nada de actividad", subraya Rubén López, vulcanólogo de Instituto Geográfico Nacional.Con la vibración o tremor bajo mínimos los drones apenas captan ya poca lava en superficie. Podemos verla a través de derrumbes en los tubos lávicos, todavía circulando en flujos subterráneos.Se divisa un reino de ceniza muy cerca de las bocas emisoras, en una calma que nos permite aproximarnos aún más. De los cráteres apenas surge algo de vapor de agua. Tomamos de nuevo distancia para ver el edificio volcánico en su totalidad. En un sosiego inédito que choca aún más si les mostramos el panorama, ayer mismo, cuando aún mantenía pulsos muy fieros. Ahora el mayor problema lo causa el penacho; el reflejo del sol crea imágenes de extraña belleza, pero la nube vuelve a cancelar decenas de vuelos."Si te quedas aquí una noche te pagan el hotel, pero no te garantizan que mañana vueles", se queja un viajero.No hay garantías cuando todo depende de un volcán que cada día confirma su naturaleza imprevisible.