El volcán destruye varias empaquetadoras de plátanos

La casa y la finca de Pedro Amado y la cooperativa a la que pertenece están a punto de desaparecer bajo la lava.  Él lo vive con gran ansiedad. Su  angustia se agrava por el incierto futuro de los más de 40 trabajadores de la cooperativa.  Pedro  se siente afortunado porque puede vivir de su pensión, pero cree que la pérdida de fincas de plátanos, como la suya,  resulta dramática para la supervivencia  económica de los palmeros. El volcán también tiene en su punto de mira otra empaquetadora.  A los responsables ya les han avisado de que probablemente tengan que abandonarla a su suerte. El sector platanero calcula que un mínimo de 5 millones de kilos de plátanos han desaparecido bajo la lava. Y hasta 50 millone se pueden perder por el efecto de las cenizas. Bien porque no se pueden recoger, cuidar o comercializar. Huyendo de la lava, les toca trasladarse a otras instalaciones a salvo del volcán