Las violaciones se disparan un 30 por ciento y crecen todos los delitos sexuales

Interior obvia el aumento y 'vende' la tasa de criminalidad más baja en años

Protesta en repulsa de la violación cometida por la 'Manada' de Pamplona en 2018 EFE / Vídeo: ATLAS

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Una semana después del crimen de Álex a manos de Francisco Javier Almeida, condenado dos veces por agresión sexual y una por asesinato, las cifras de criminalidad publicadas ayer suponen una bofetada de realidad y la consolidación de una tendencia preocupante. Las violaciones se han disparado en toda España un 30 por ciento en los nueve primeros meses del año con respecto a 2020. Se podría achacar el aumento a que una parte del año pasado vivimos bajo las medidas de pandemia pero esa explicación queda en entredicho porque la delincuencia en general ha crecido un 8,5 por ciento, casi 22 puntos menos. Y las condiciones son las mismas.

Además, no solo se han disparado las violaciones (agresiones sexuales con penetración), sino todos los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (un 27 por ciento más el epígrafe que los aglutina). Si descendemos de los porcentajes a los hechos concretos -los conocidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad-, los valores absolutos también reflejan esa curva ascendente e inquietante.

Infracciones penales registradas

Localidades con población superior a 20.000 habitantes

Acumulado enero a septiembre

2020

2021

Var.% 21/20

Homicidios dolosos

y asesinatos consumados

232

206

-11,2

Homicidios dolosos y asesinatos

en grado tentativa

702

746

6,3

Delitos graves y menos graves

de lesiones y riña tumultuaria

12.340

14.310

16,0

Secuestro

56

73

30,4

Delitos contra la libertad

e indemnidad sexual

9.951

12.638

27,0

Agresión sexual con penetración

1.226

1.601

30,6

Resto de delitos contra la libertad

e indemnidad sexual

8.725

11.037

26,5

Robos con violencia e intimidación

34.466

37.467

8,7

Robos con fuerza en domicilios,

establecimientos y otras instalaciones

79.880

75.448

-5,5

Robos con fuerza en domicilios

54.513

54.310

-0,4

Hurtos

317.531

349.433

10,0

Sustracciones de vehículos

0,6

19.062

19.167

Tráfico de drogas

12.652

13.944

10,2

Resto de infracciones penales

823.443

897.912

9,0

Fuente: Ministerio del Interior / ABC

Infracciones penales

registradas

Localidades con población superior

a 20.000 habitantes

Acumulado enero a septiembre

Variación en %

21/20

2020

2021

Homicidios dolosos

y asesinatos consumados

232

206

-11,2

Homicidios dolosos

y asesinatos en grado tentativa

702

746

6,3

Delitos graves y menos

graves de lesiones y riña tumultuaria

12.340

14.310

16,0

Secuestro

56

73

30,4

Delitos contra la libertad

e indemnidad sexual

9.951

12.638

27,0

Agresión sexual con penetración

1.226

1.601

30,6

Resto de delitos contra

la libertad e indemnidad sexual

8.725

11.037

26,5

Robos con violencia e intimidación

34.466

37.467

8,7

Robos con fuerza en domicilios,

establecimientos y otras instalaciones

79.880

75.448

-5,5

Robos con fuerza en domicilios

54.513

54.310

-0,4

Hurtos

317.531

349.433

10,0

Sustracciones de vehículos

19.062

19.167

0,6

Tráfico de drogas

12.652

13.944

10,2

Resto de infracciones penales

9,0

823.443

897.912

Fuente: Ministerio del Interior

ABC

Secuestros

En todo 2019 cuando la pandemia era una desconocida se denunciaron en España 1.873 violaciones y hasta septiembre esa cifra llega ya a las 1.601. Los delitos sexuales en general contabilizados en estos nueve meses son 12.638. El otro tipo delictivo que en porcentaje aumenta más son los secuestros: un 30,4 por ciento pero se denunciaron 73 casos entre enero y septiembre.

Hay otra razón que pone el foco en esa abultada cifra de delincuencia sexual sin siquiera abordar las consecuencias que acarrea para las víctimas (mujeres y niños en su inmensa mayoría). La tasa de criminalidad, es decir las infracciones penales contabilizadas por cada mil habitantes, es del 39,6 y el mensaje que ayer trasladó el Ministerio del Interior es que supone «la más baja de la serie histórica reciente exceptuando 2020, marcado por la pandemia». La disminución que se 'vende' está, a la vista de los datos, muy alejada de violadores, abusadores y pederastas.

En el anterior balance de la Secretaría de Estado de Seguridad -referido a los seis primeros meses del año- se admitía este incremento de los delitos sexuales, que se calificaba de «destacable» pero no se atribuía a una subida 'per se', sino a que estaba «en íntima conexión con el incremento de la concienciación social y las campañas para que se participe cualquier ilícito penal en esta materia». Esas campañas, aseguraban, se traducen en que los hechos no denunciados vayan paulatinamente descendiendo año tras año. Es una percepción sin cifras que puedan avalarlo, el famoso agujero negro que siempre aparece cuando se habla de crímenes sexuales, buena parte de ellos cometidos en el ámbito familiar y en el más cercano.

Como informó ABC en octubre, hasta principios de este año la criminalidad englobada bajo el paraguas genérico de contra la libertad sexual se desglosaba de forma mucho más detallada: agresión sexual, agresión sexual con penetración, corrupción de menores o incapacitados, pornografía de menores y otros contra la libertad sexual. Es decir, cinco apartados han quedado reducidos a dos.

De nuevo Cataluña encabeza el número de delitos sexuales, incluidas las violaciones: se denunciaron 462 casos, una de cada cuatro cometidas en toda España. En Andalucía, que tiene casi 800.000 habitantes más, hubo 204 violaciones, menos de la mitad que en Cataluña. En Madrid, con menor población que ambas (6,7 millones de habitantes), se registraron 204 agresiones con penetración.

Al margen de la delincuencia sexual y los secuestros, el delito que más ha aumentado en estos nueve meses es el de lesiones y riña tumultuaria, que ha crecido un 16 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Le siguen de lejos los hurtos y el tráfico de drogas con sendos aumentos del diez por ciento.

Los dos indicadores más esperanzadores son la bajada de los homicidios y asesinatos consumados (se han producido 206, lo que supone un 11,2 por ciento menos) y de los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que han disminuido un 5,5. Los robos con violencia e intimidación, en cambio, han aumentado un 8,7 por ciento , un termómetro perfecto de la percepción de inseguridad ciudadana.

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