Villarejo presupuestó en 275.000 euros el inicio de un proyecto para espiar al empresario Pérez Dolset
El comisario presentó un informe preliminar que diseccionaba su patrimonio y ofrecía seguimientos y «maniobras de desestabilización»
El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo presupuestó en 275.000 euros el coste de desarrollar la primera fase de un proyecto que tendría al menos tres partes y cuyo objetivo era espiar al empresario Javier Pérez Dolset penetrando en su círculo familiar y laboral y desplegando seguimientos a fin de defender los intereses de un cliente, «K», aún por identificar.
Así se desprende de la documentación a la que ha tenido acceso ABC y que obra en el sumario de la macrocausa Tándem que se sigue en la Audiencia Nacional. Este asunto se trata en la pieza separada número 18, por la que el propio Villarejo ha comparecido este miércoles ante el juez Manuel García Castellón y la Fiscalía Anticorrupción como investigado y en la que Pérez Dolset consta como víctima.
De acuerdo al sumario, Villarejo recibió el encargo el 21 de febrero de 2013 como consecuencia de «desavenencias mercantiles que pudieran terminar en los tribunales» y por las que el cliente, al que se refiere como «K», habría sufrido «una premeditada estrategia de acoso y desgaste» que se sumaba «al riesgo» de que Pérez Dolset, identificado como «DOL», activase una campaña de «ataques desde todos los frentes» que pudiera acabar afectando «a sus principales directivos desde el punto de vista personal».
A resultas, elaboró un informe preliminar de lo que denominó «Proyecto Brod». Debía constar de tres fases y para la primera pedía 275.000 euros a pagar en cinco días que incluían los 9.000 que costaba ese trabajo inicial de situación. En la segunda y la última, ya de seguimiento, no consignaba el precio.
Vigilancias, seguimientos, filmaciones
El importe de esa primera fase incluía «los honorarios» del equipo que se suponía iba a poner a investigar, así como «las vigilancias, seguimientos filmaciones y/o sensores eléctricos si fuera necesario«. También abarcaba «gastos derivados del transporte, hospedaje y dietas en desplazamientos por España» y « pagos a informadores y colaboradores ya sean nacionales y/o extranjeros hasta un total de 100.000 euros siempre que el pago individual no exceda de 30.000».
Prometía «controlar todos los movimientos de DOL captando la información que permita, por un lado, adelantarse a sus intenciones y estrategias y por otro, conocer sus debilidades/irregularidades », así como »generar desconcierto y/o desconfianza» entre la víctima y «su círculo más íntimo y operativo con continuas maniobras», también de «desinformación», a fin de producir «ruptura crítica en sus procesos de toma de decisiones».
«El proyecto, aunque complejo, puede ejecutarse con un porcentaje de éxito sobre el 85% », decía Villarejo en su informe preliminar, en el que aconsejaba además «no comentar el contenido» del briefing «fuera del staff de «K» por riesgo a que pueda de alguna manera conocerlo» Javier Pérez Dolset.
Junto con este plan de actuación, aportaba una disección de las biografías y el patrimonio del empresario y su hermano, así como una recopilación de comentarios negativos sobre ellos recogidos en redes o un listado de los premios y distinciones que habían recabado a lo largo de su trayectoria profesional. Indicaba comentarios supuestamente extraídos de « un breve movimiento de penetración en su entorno personal », como que «DOL» tenía «complejos de superioridad» y «ciertas conductas sociópatas».
Un litigio pasado
El «hallazgo casual» de este informe entre la documentación intervenida al socio de Villarejo, Rafael Redondo, motivó la apertura de una pieza separada de investigación a finales del año pasado en la Audiencia Nacional. La unidad investigadora enmarca el encargo en el conflicto que durante 12 años había mantenido Zed con el BSCH en relación al accionariado del Grupo Lanetro Zed, pues es el contexto que dibuja el propio comisario.
Con todo, no está claro para quién hizo Villarejo ese informe preliminar y tampoco consta en las actuaciones que llegase a materializarse, pues hasta la fecha, no se ha incorporado ningún otro trabajo relativo a este asunto.
De hecho, «Brod» no es uno de los proyectos que aparecen en los listados que manejaba el comisario para llevar al día lo que tenía entre manos, documentos en los que sí aparecen referencias a otras encomiendas ya judicializadas, como «Trampa», «Bird» o «Wine», y que son una constante a lo largo de toda la macrocausa.
Preguntado por Fiscalía Anticorrupción por este asunto, el comisario ha señalado a altos cargos del Grupo Planeta, con quienes a partir de 2013 habría mantenido diversas reuniones en las que se le requirió información sobre Pérez Dolset , según las fuentes jurídicas consultadas.
De acuerdo a su declaración, él proporcionó datos patrimoniales del empresario y sin contrato ni contraprestación alguna, dado que lo hacía como un favor, por amistad. Sin embargo, esto también está en duda , dada la existencia de un borrador de proyecto con un presupuesto tasado.