Villarejo, en el juicio contra él: «No me arrepiento en absoluto de lo que he hecho»
Acusado de calumnias y denuncia falsa, pone el peso sobre Sanz Roldán y afirma que tenía órdenes de «convencer, seducir y engañar» a Corinna Larsen
El comisario jubilado y en prisión provisional, José Manuel Villarejo, ha defendido este viernes en el juicio por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa contra el Centro Nacional de Inteligencia y su exdirector, Félix Sanz Roldán , que nunca le movió la animadversión contra ambos, sino «un ánimo de pedir justicia y de decir que no le tenía miedo».
Villarejo se sienta este viernes en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid acusado de un delito de calumnias contra Sanz Roldán y otro de denuncia falsa contra el CNI. El primero, por las declaraciones en una entrevista en la Sexta, donde dijo que el jefe de la Inteligencia española había amenazado a la examante de Don Juan Carlos Corinna Larsen . El segundo, por relacionar al Centro con la filtración a «El País» de una foto suya bajando de un avión.
Durante el interrogatorio y a preguntas de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y su propio abogado, Villarejo se ha definido como «un patriota» que ha «cumplido la obligación» de denunciar irregularidades cuando las ha apreciado. «Yo he caído por haberme atrevido a decirle a Sanz Roldán lo que los demás no se atrevían», ha llegado a afirmar.
«Lo que he hecho en los años que he estado reincorporado (a la Policía) es asesorar a empresas del IBEX con mis propios medios porque de la infraestructura que ponía a disposición del Estado jamás nadie me pagó nada, ni alquileres ni nada. No me arrepiento en absoluto de lo que he hecho. Llevo casi cuatro años preso y a saber lo que me espera pero para mí, ha sido un honor y una satisfacción que los distintos gobiernos tanto del PSOE como del PP confiaran en mi trabajo y me permitieran hacer lo que he venido haciendo», ha declarado.
Intereses del Estado
Villarejo, investigado en la Audiencia Nacional por esos trabajos que son susceptibles de cohecho , entre otros delitos; remataba así una declaración en la que ha puesto toda la responsabilidad en Sanz Roldán, a quien culpa de su situación procesal y a quien atribuye tanto la filtración de la fotografía que denunció como las amenazas a Corinna Larsen de las que habló en la mencionada entrevista en televisión.
Según ha afirmado, «en 2014» le encomendaron la misión de acercarse a ella para proteger intereses del Estado. Y a partir de ahí, se desencadenaron los acontecimientos. «En una comida creo recordar con el secretario de Estado, me dijeron que era muy importante recuperar documentos que afectaban a la seguridad del Estado, el archivo Jano y una serie de cosas. Esa era mi intención, convencerla, seducirla, engañarla y ganarme su confianza », ha señalado.
La visita a Corinna Larsen
Dice, que sin embargo, mientras se la iba «ganando poco a poco», dado que mantuvieron «muchos encuentros», no solo aquel cuyo contenido se filtró a los medios, «lo que se hizo es comprobar con varios jefes del CNI» que Sanz Roldán, como Larsen afirmaba, había viajado a Londres y se había entrevistado con ella. Es en el contexto de esa visita donde la germanodanesa afirma que fue amenazada, una versión que trasladó a Villarejo y de la que él se hizo eco en televisión. «Debo ser el único idiota en este país que se atreve a denunciar a director del CNI», ha comentado en otro momento del interrogatorio.
En cuanto a la fotografía publicada en prensa, ha insistido en que sólo pudo filtrarla Sanz Roldán o alguien siguiendo sus órdenes, porque asegura que se tomó a la bajada de un avión procedente de Melilla donde había desarrollado una misión en relación a un confidente. Relaciona la filtración, entre otros asuntos, con que estaba llamado a una rueda de reconocimiento de una mujer que le acusaba de haberla apuñalado y la publicación facilitaba la tarea. «Era fundamental que apareciera una foto mía sin carpeta», ha apostillado.
«Cuando yo iba con una carpeta para que no me vieran no era por una cuestión estética. En Afganistán era tratante de caballos, en Somalia he sido traficante de armas, cuando detuvimos Oubiña fui un comerciante con barco…»
Por otro lado, dice que lo que más le preocupó fue la seguridad porque trabajaba como encubierto y revelar su imagen ponía en riesgo a confidentes y colaboradores . En este punto, se ha explayado: «Cuando yo iba con una carpeta para que no me vieran no era por una cuestión estética. En Afganistán era tratante de caballos, en Somalia he sido traficante de armas, cuando detuvimos Oubiña fui un comerciante con barco… esas personas que son colaboradores míos me presentan a los malos con una identidad totalmente diferente. Haberme descubierto en esas fotos implicaba que las personas con las que contactamos corrían un peligro. Y esa es la razón por la cual yo me indigné. No todo vale», ha apostillado.
Corinna Larsen, testigo en defensa de Villarejo, ha iniciado su comparecencia por videoconferencia desde Reino Unido a continuación. A preguntas del abogado del comisario, Antonio García Cabrera, ha iniciado su relato asegurando que recibió amenazas de Félix Sanz Roldán , una línea permitida por el juez dado que si bien no es el objeto de este juicio, es necesario para la defensa poner de manifiesto el relato que ella trasladó al comisario.
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