Curri Valenzuela
Viejas glorias y muchas caras nuevas
Lo que más preocupa en el PP es recuperar las emblemáticas Madrid, Valencia y Sevilla
El PP busca nuevos candidatos para las alcaldías de Madrid, Sevilla, Valencia y la mayor parte de las capitales de provincia, entre ellas siete en Andalucía y las cuatro gallegas, para reconquistar el año que viene el poder municipal que perdió en 2015. Muchos de ellos serán jóvenes poco conocidos. Otros, veteranos como posiblemente Soraya Sáenz de Santamaría, la favorita del partido para enfrentarse a Manuela Carmena. A menos que ella diga que no.
En la dirección del PP están convencidos de que la vicepresidenta sería la candidata con más posibilidades de terminar con el gobierno de Podemos y PSOE en Madrid. Aunque no la única. El candidato que había ocupado hasta ahora el primer puesto en las quinielas, Pablo Casado, está bien valorado por los madrileños en los sondeos realizados, pero Sáenz de Santamaría sale aún mejor parada. Su candidatura a la alcaldía madrileña ya se planteó en 2015, pero ella no era partidaria, Esperanza Aguirre quería el puesto y ahí quedaron las cosas. Un error que la cúpula de Génova aún lamenta.
Soraya, dicen allí, irá si quiere, naturalmente. Y si se le planteara en estos momentos su respuesta sería que no. Pero la decisión última corresponderá a Mariano Rajoy y aunque hay quien piensa que no querrá desprenderse de su vicepresidenta, también se recuerda que él mismo ha dicho que considera mas importante para un político ser alcalde de Madrid que ministro. En cualquier caso, queda un año para cerrar el asunto. Pese a la insistencia de los barones regionales, que quieren designar ya a sus alcaldables, la dirección nacional no tiene prisa. “Habrá que nombrar pronto cuando se trata de un candidato nuevo poco conocido en su ciudad. Con los que van a repetir y con quienes son populares se puede esperar hasta poco antes de que se convoquen las elecciones”, asegura un dirigente del partido.
A los presidentes regionales les gustaría poder designar a todos sus candidatos, pero en el PP no se les concede tal privilegio, ni mucho menos se piensa en permitir primarias para que elijan los militantes. El numero uno de las capitales de provincia los elige el dedo de Rajoy con ayuda de las encuestas. Las encuestas que pueden ser decisivas se están elaborando en la actualidad y Rajoy se toma su tiempo para tomar sus decisiones, así que lo más probable es que continúe la incertidumbre más allá del verano en lo que se refiere.
Tendrán que ser decisiones importantes si el PP quiere recuperar parte al menos del poder municipal que perdió en 2015, tras el estallido de sus casos mas sonados de corrupción. Dejó de gobernar en la mitad de las 34 capitales de provincia y perdió las 31 mayorías absolutas de que disponía en otros tantos ayuntamientos. Figuras históricas como Esperanza Aguirre en Madrid, Rita Barberá en Valencia, León de la Riva en Valladolid, Juan Ignacio Zoido en Sevilla, se quedaron en la oposición. De las grandes capitales españolas los populares solo gobiernan hoy en Málaga.
En algunos casos también hay huecos creados por la marcha de antiguos alcaldes a la política nacional. Es el de Zoido, ministro de Interior, y su colega Iñigo de la Serna, que ha dejado vacante el numero uno a la alcaldía de Santander o el ex de Cordoba, José Antonio Nieto, hoy secretario de Estado de Interior. Entre unas cosas y otras Rajoy va a tener que decidir siete de las ocho capitales andaluzas y las cuatro gallegas, aunque lo que mas preocupa en la dirección del PP son las candidaturas de Madrid, Sevilla y Valencia por tratarse de ciudades emblemáticas para recuperar su poder nacional perdido. Y ahí se plantea el dilema, aun no resuelto, de si recurrir a viejas glorias con experiencia o buscar caras nuevas que den imagen de una renovación generacional.
Para Sevilla ha circulado el nombre de Javier Arenas. El lo desmiente “categóricamente”. El PP valenciano se ha empeñado en que Esteban González Pons encabece la candidatura de la capital. No lo conseguirá. La dirección nacional valora su trabajo como portavoz en el Parlamento Europeo y ningún político quiere volver a la política local cuando ha ascendido a la nacional. Razón por la que Zoido no regresará a Sevilla ni de la Serna a Santander ni probablemente María Dolores de Cospedal se presentará otra vez candidata a la presidencia de Castilla-La Mancha. Lo cual no preocupa a la dirección nacional. “Los congresos regionales celebrados en los últimos meses han renovado todas las estructuras; la Junta Directiva del partido está compuesta por hombres y mujeres de cuarenta años. Hay –dice uno de los dirigentes de Génova- cantera de sobra”. O no.