Antonio Troitiño (22 muertos). Trasladado a Logroño. Es uno de los más sanguinarios de la historia de ETA, con matanzas como la de Hipercor en Barcelona o la de la plaza de la República Dominicana en Madrid José María Arregui (15 muertos). Trasladado a San Sebsatián. Fiti fue miembro del colectivo Artapalo, con Pakito y Txelis, que ordenó una de las ofensivas más sanguinarias de la banda. Es el segundo preso de ETA de más edad. Mikel Azurmendi (8 muertos). Trasladado a Zaragoza. Tiene a sus espaldas seis asesinatos, entre ellos el del concejal del PP de Sevilla Alberto Jiménez Becerril, su esposa Ascen y el teniente general Veguillas. Mikel Arrieta (4 muertos). Trasladado a Soria. Entre otros asesinatos, participó en el atentado en un restaurante chileno en Sestao-Portugalete, con dos inspectores de Policía y un civil muertos. Lierni Armendáriz (3 muertos). Trasladada a El Dueso. Fue una de las autoras del asesinato del exministro de Sanidad del PSOE Ernest Lluch y se mostró «orgullosa» de su pertenencia a ETA y de sus crímenes. Joseba Andoni Borde (3 muertos). Trasladado a Soria. Este individuo participó en un atentado contra un convoy de la Guardia Civil en Lemona (Vizcaya), con dos agentes muertos. Se le relacionó con otras 14 muertes. Juan Jesús Narváez Goñi (4 muertos). El sanguinario etarra Pajas cumple 30 años de prisión. Hace dos semanas fue trasladado desde Estremera a Logroño con su pareja, Itziar Alberdi. Ambos fueron extraditados desde México en 2014 donde vivieron refugiados con sus hijos. Está condenado, entre otros, por los asesinatos de dos Tedax en Vallecas y de otros dos policías nacionales en Barcelona, junto a Urrusolo Sistiaga. Sebastián Echániz Alcorta (6 muertos). Es el etarra más viejo. Cumple 30 años de prisión. Mató a dos guardias civiles, a un militar y a tres policías. Desde julio está en tercer grado en San Sebastián.