Las víctimas de ETA, un dolor que no prescribe
Las familias de Antonio y Hortensia describen un calvario que tras 40 años no les deja vivir en paz: «Es como el primer día»
![El ministro del Interior este pasado lunes en París durante una conferencia sobre víctimas del terrorismo](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2017/01/12/57642042.jpg)
Diego Ramírez , guardia civil en la reserva, conserva el Renault 5 en el que su único hermano, Antonio, y la que se iba a convertir en su cuñada, Hortensia, fueron ametrallados hace 38 años. «Solo lo uso para llevar a mi madre, que tiene 90 años, al cementerio, porque es el único coche en el que no se marea», relata a ABC.
El sentimiento de abandono de muchas víctimas se resume en el hecho de que su padre , que también era guardia civil, «tuvo que pagar de su bolsillo la reparación del coche, y el chapista aún encontró alguna bala» .
Diego, que siente «el mismo dolor que el primer día» , se va a personar en el caso recién abierto en la Audiencia Nacional , después de que la hermana de Hortensia, Aurora González , diera el primer paso, de la mano de la Fundación Villacisneros , para presentar el recurso.
Aurora lleva 38 años tomando pastillas para los nervios. «Nos enterraron en vida» , dice apenada. «Mi padre murió ocho años después diciendo mi niña mi niña, y mi madre, que falleció hace ahora nueve años, ni siquiera pudo ir a las bodas de mis hermanos porque no soportaba ver a sus seis hijos juntos sin Hortensia» , continúa el relato.
«Desde el atentado no ha habido Navidades en mi casa. El día de Reyes es mortal. Llegando noviembre, ya me pongo mala» , remacha.
Llama la atención que a las familias de Antonio y Hortensia no les dijeron «nada de nada» de la investigación . En los años de plomo de ETA había tal número de atentados que muchos de ellos se cerraban con unos sumarios judiciales de apenas cinco folios.
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