Curri Valenzuela
Vamos a contar mentiras
«Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras tralalá». Los líderes políticos viven a tono con la canción infantil que corearon en su infancia y que les viene como anillo al dedo para justificar por qué sus partidos se preparan para una nueva campaña electoral en lugar de afanarse ellos en lograr un acuerdo para formar Gobierno, que es lo que sus votantes les encargaron la última vez que acudieron a las urnas.
Para el PSOE, la culpa de que haya que repetir las elecciones es de Podemos. Para tratar de demostrarlo los socialistas han hecho público un documento en el que afirman que estaban de acuerdo en la gran mayoría de las propuestas que les hizo Pablo Iglesias. Lo que callan y donde mienten, pero resulta importante recordar, es que la más importante de ellas, la del referéndum en Cataluña, era inasumible para Pedro Sánchez y este lo sabía desde el primer momento, así que todo lo demás resulta superfluo.
En Podemos juran y perjuran que si no han formado gobierno con el PSOE ha sido porque Sánchez ha sido rehén de Ciudadanos. Falso de toda falsedad. Si Iglesias no hubiera exigido el referéndum, el líder socialista se habría saltado a la torera su acuerdo con Albert Rivera y ya estaría mudándose a La Moncloa.
Rivera, por su parte, está empeñado en resaltar que su papel de los últimos meses ha sido el de tratar de actuar como puente entre PP y PSOE para lograr un gobierno tripartito. El centro puro. Sería muy bonito si fuera real. Mariano Rajoy nunca le ha dado vela alguna en este entierro y si hubiera tenido la menor posibilidad de entenderse con Sánchez habría pasado olímpicamente de un partido con 40 escaños al que considera intrascendente… al menos hasta que le sea necesario después de las próximas elecciones.
Lo que resulta más contradictorio -o sea, falsificado- de todos los argumentos del PP es su empeño por clasificar a Pedro Sánchez como un político ambicioso a más no poder en su afán por conseguir la Presidencia del Gobierno. Lo mismo que Mariano Rajoy, vamos a ser sinceros. El líder socialista vio su oportunidad cuando el popular declinó la invitación del Rey para someterse a la investidura y la ha utilizado para evitar que su partido se hunda. Y si Rajoy sigue insistiendo a estas alturas en que Sánchez será el causante de la repetición electoral es porque está en lo mismo que los demás candidatos: en culpar a otros de que se cumplan sus propios deseos.