Curri Valenzuela
Dos últimos días de nervios
Todo indica que se repetirán las elecciones, pero hay muchos nervios ante un acuerdo de ultimísima hora entre el PSOE y Podemos
Quedan dos días. Cuando pasado mañana, martes, el Rey reciba, por este orden, a Pedro Sánchez y Mariano Rajoy se despejará la duda de si alguno de los dos puede convertirse en presidente del Gobierno. Hasta entonces y pese a que todo indica que se repetirán las elecciones, hay nervios, bastantes nervios ante la posibilidad de que un acuerdo de ultimísima hora permita una coalición de socialistas con Podemos.
«La experiencia nos indica que nunca en la historia de España se ha dado el caso de que cuando la izquierda puede acceder al poder, renuncie a ello», advertía el otro día en una charla de pasillo el expresidente del Congreso Jesús Posada, hombre de fino olfato político que entretiene las horas de tedio parlamentario hablando con unos y otros de los que aún se empeñan en sumar escaños para que alguien pueda gobernar sin acudir a las urnas, una posibilidad que Posada, al igual que muchos, considera pese a todos sus temores casi inevitable.
O sí. La inquietud del PP, de la parte del PSOE que no quiere entenderse con los de Pablo Iglesias, de sectores económicos pintivariados, de Europa y de mucha gente corriente se puso en marcha a los pocos días de las elecciones de diciembre cuando Sánchez se negó a hablar de pacto con Rajoy, aumentó en enero con la decisión del Rey de encargar al socialista la formación de un Gobierno que por pura aritmética tendría que contar con el visto bueno de Podemos y no morirá, si es que lo hace, hasta pasado mañana.
Ni siquiera hay que remontarse a las históricas alianzas de la izquierda española para fomentar ese temor. Existe el antecedente reciente de lo ocurrido en Cataluña con el pacto in extremis de la retirada de Artur Mas para que Carles Puigdemont accediera a la presidencia de la Generalitat cuando ya se daba por imposible el pacto de la Cup y Juns pel Sí. Y a ver quién convence a María Dolores de Cospedal para poner en marcha la maquinaria electoral del Partido Popular sin esperar al martes después de que ella ganara hace un año en Castilla-La Mancha a falta de un escaño para la mayoría absoluta y fuera desplazada por un acuerdo PSOE-Podemos.
Claro que, como posibilidad, también existe la de que Pedro Sánchez se tome las próximas 48 horas para recapacitar que más le vale sentarse ahora a negociar con Rajoy que esperar a hacerlo en el mes de julio. El más improbable de todos los escenarios.