Ucrania entrega a España al número dos de una de las mafias rusas más peligrosas de Europa
Koba Shermazashvili, ya extraditado en 2011 por ese país, huyó antes del juicio celebrado en 2016
Sigue en directo la última hora de la guerra en Ucrania
Ucrania vive desde hace mes y medio en una situación crítica por la invasión rusa ordenada por Vladimir Putin, pero no por ello ha dejado de prestar una colaboración clave para España en un ámbito tan delicado como el de la lucha contra el crimen organizado. Hace unos días, la Policía de este país detuvo a un personaje fundamental en la organización mafiosa ruso-georgiana que fue atacada en 2010 en la operación Java: Koba Shermazashvili , mano derecha del jefe absoluto, Lasha Shushanasvili , con el que controlaba la ‘obshack’ (caja común de los ‘ladrones en ley’, en la que se vuelcan los beneficios de la actividad criminal en cada uno de los países en los que actúa la organización). Este sujeto, sobre el que pesaba una orden internacional de detención, está acusado aquí de asociación ilícita, intento de asesinato, blanqueo y tenencia de armas, entre otros delitos.
El pasado miércoles, a las dos de la tarde, Shermazashvili, de origen georgiano, aterrizaba en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas y poco después enfilaba el camino de la prisión. Ayer se produjo su comparecencia en la Audiencia Nacional y regresó al centro penitenciario. Según las fuentes consultadas, consta en el procedimiento el documento de las autoridades judiciales ucranianas autorizando la extradición.
La detención y entrega de este individuo es muy valorada por las fuentes consultadas porque demuestra el gran compromiso de Ucrania en la lucha contra las organizaciones mafiosas surgidas en la desaparecida Unión Soviética –coloquialmente conocidas como mafias rusas, aunque haya en esos grupos ciudadanos de otros países, como Georgia–, incluso en momentos tan complicados como el actual.
Negligencia de Grecia
Tanto Shermazashvili como su jefe Lasha, alias ‘el Gordo’ habían huido en marzo de 2010 de la importante operación liderada por la Policía española –colaboraron también sus colegas franceses, austriacos y alemanes, además de los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza–, por una actuación negligente de las autoridades griegas que levantó bastantes suspicacias. En un primer momento ambos se refugiaron en Turquía. En total hubo 74 detenciones, 24 de ellas en nuestro país.
La siguiente noticia de Shermazashvili se tuvo el 3 de julio de 2011, cuando fue detenido por la Policía ucraniana en un restaurante de Kiev. Antes, según se averiguó, había estado en Donetsk, donde logró un nuevo pasaporte ucraniano y hacerse residente de Khartsizsk. La extradición se demoró hasta diciembre porque antes hubo que quitarle su nueva nacionalidad. Una vez en nuestro país ingresó en prisión y se le tomó declaración.
Sin embargo, tras pasar un par de años en la cárcel se le dejó en libertad, a pesar de que el riesgo de fuga era claro porque se trataba de un ‘vor zakonen’ (capo) muy importante y, sobre todo con una altísima capacidad económica derivada de su control de la ‘obshack’. Como se podía esperar, Shermazashvili aprovechó la circunstancia para volver a huir. De hecho, al igual que su jefe Lasha Shushanasvili, no pudo ser juzgado en 2016 por la Audiencia Nacional junto al resto de la organización mafiosa. No obstante, Shushanasvili sí acabó sentado en el banquillo y condenado en Grecia años después , en un proceso en el que la Fiscalía y la Policía española tuvieron un papel clave.
En Suiza y Armenia
Koba Shermazashvili también había sido detenido en marzo de 2016 en Suiza y España reclamó su extradición para que fuera juzgado en la Audiencia Nacional. Sin embargo, el capo logró escapar de nuevo. Según algunas informaciones periodísticas tras ese episodio se instaló en Armenia , en concreto en Ereván, donde utilizó un pasaporte falso a nombre de un ucraniano de origen armenio. Cuando fue descubierto, en mayo de 2018, huyó de ese país, probablemente de nuevo a Ucrania donde cuenta con apoyos.
En todo ese tiempo en Armenia, según las mismas fuentes periodísticas, participó en varias reuniones de ‘vor v zakonen’ celebradas en la capital del país, lo que demuestra que continuó con su actividad criminal, que se cree que ha mantenido hasta ahora.
Fuentes judiciales consultadas por ABC aseguran que España está en condiciones de juzgar a este individuo en un plazo muy corto de tiempo, ya que el escrito de acusación está a punto y en su momento el juez ya le tomó declaración. Teniendo en cuenta que sus subordinados en España ya fueron condenados, su horizonte penal sería muy complicado.
Noticias relacionadas