Juan Fernández-Miranda
Trilerismo
¿A qué espera Rivera para abandonar este engaño a tres y dejar de seguirle el juego a Sánchez y a Iglesias?
De Podemos no compareció nadie. No sólo no retransmiten las reuniones -como prometieron- sino que ni siquiera las explican. ¿Para qué, si la cara de decepción de Villegas lo decía todo. Observen los rostros en estas mismas páginas. «Ha sido una reunión más», dijo con la boca pequeña. Media hora después compareció Antonio Hernando , cuyo gesto cuasicómico fue revelador: «Para el socialismo ha sido una reunión muy importante».
Pablo Iglesias se presentó en la reunión para tratar de mofarse de Ciudadanos. Explíquenme, si no, qué objetivo tiene proponer «el derecho a decidir en aquellas naciones que lo hayan planteado con especial intensidad». ¿Es posible interpretar esta propuesta de un modo que no sea una provocación directa a Ciudadanos? Es como si Albert Rivera ofrece a Iglesias un plan para bajar los impuestos a la banca, una reprobación al chavismo o una condena del 15-M. O si le regala una reproducción en miniatura del Arco del Triunfo de Madrid. Me pregunto a qué espera Albert Rivera para abandonar este juego de apariencias y dejar de seguirle el juego a Sánchez y a Iglesias. Le beneficiaría.
La reunión de ayer fue un ejercicio de trilerismo político con dieciocho actores y un extra de excepción: las elecciones del 26 de junio, demasiado presente. Además de inviable, ese gobierno a tres sería un mal gobierno. Cuanto antes se dejen de tomarnos el pelo antes se desatascará esta situación. Ya sea para el gobierno amalgama de Sánchez, la gran coalición o las urnas. El tiempo va pasando y el reloj que hoy duerme pronto correrá furioso. Y llegarán las prisas.
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