Trapero se desvincula de los políticos secesionistas para defenderse de la acusación por rebelión
El mayor de los Mossos acusa a la Policía Nacional y la Guardia Civil de romper el dispositivo del 1-O
Se aleja de los políticos para defenderse. El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero ha vuelto a manifestar en un escrito enviado a la Audiencia Nacional que «jamás» puso el cuerpo de la policía autonómica «al servicio de los intereses políticos secesionistas». Trapero asegura que siempre ha desarrollado su actuación profesional «desde el más riguroso respeto al orden jurídico constitucional, obedeciendo y cumpliendo los mandatos judiciales y del Ministerio Fiscal». Con este escrito, el mayor se defiende en la causa en la que la Fiscalía pide para él once años de cárcel por un delito de rebelión .
Con las mismas tesis que ya lanzó como testigo en el juicio del «procés», el jefe de los Mossos durante el otoño caliente del 2017 insiste en que «no ha participado, no ha intervenido y no ha compartido el plan ideado por el Govern y el Parlament» para alcanzar la independencia catalana por las vías ilegales, una estrategia que ahora está siendo enjuiciada en el Tribunal Supremo. En su testifical, Trapero acusó a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquim Forn de seguir adelante con el referéndum ilegal del uno de octubre, a pesar de que la cúpula de los Mossos alertó de los previsibles enfrentamientos violentos.
En el escrito de conclusiones provisionales, la abogada de Trapero expone como ejemplo de la actitud del mayor de los Mossos la existencia de un supuesto dispositivo para arrestar a Puigdemont tras la declaración unilateral de independencia, que se aprobó el 27 de octubre. «El cuerpo de los Mossos se ponía a disposición tanto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como de la Fiscalía Superior de Cataluña con el fin de dar cumplimiento a las órdenes que se pudieran derivar» ante tales actuaciones. Esta disposición se manifestó tanto por correo electrónico como a través de llamadas telefónicas.
Trapero niega haber ordenado espiar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplegadas en Cataluña y rechaza la pasividad que atribuyen a los Mossos durante el 1-0. Según su tesis, el dispositivo policial en el referéndum ilegal era conjunto entre las tres policías, incluida la Policía Nacional y la Guardia Civil, bajo la coordinación del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos . Alega que nadie les informó de que la supuesta parte del dispositivo correspondiente a los mossos (dos agentes por colegio) «resultara inoperante ni insuficiente para dar cumplimiento al mandato judicial».
Trapero acusa a la Policía Nacional y a la Guardia Civil de romper el plan conjunto del 1-O. «Antes de remitir estos correos (enviados a las 08:45 y 09:11 horas) se había tenido conocimiento en el Centro de Coordinación central, en el que se encontraba el mayor Trapero, que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil estaban llevando a cabo actuaciones en centros de votación con carácter previo a que los Mossos d'Esquadra solicitasen su ayuda», expresa el escrito de defensa del antiguo jefe de los Mossos. Ante esa situación, el comisario Ferrán López llamó a Pérez de los Cobos, quien dijo desconocerlas.
Por todo ello, el mayor concluye que los hechos que le atribuyen no son constitutivos de delitos y solicita ser absuelto. El juicio contra Trapero y la cúpula de los Mossos se celebrará en la Audiencia Nacional pasado el verano, cuando ya se haya dictado la sentencia en el procedimiento enjuiciado en el Tribunal Supremo, en el que doce líderes independentistas rinden cuentas por su actuación del año 2017.
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