Torra acude al insulto para confirmar a Sánchez que no tendrá Presupuestos

El presidente apela a Torra y le propone una reunión en Barcelona, pero insiste en su alternativa de gobernar sin Presupuestos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Quim Torra JAIME GARCÍA

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra , reiteró ayer, esta vez en sede parlamentaria, que ni el PDECat ni ERC aprobarán los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso. Torra, además, en su intervención de urgencia en el Parlamento autonómico - convocada a última hora del martes -, fue más allá y adelantó que los dos grupos independentistas «ni entrarán tan solo a negociar el presupuesto» del Gobierno, «mientras continúe la vulneración de derechos civiles y políticos», que se está produciendo, en su opinión, por la situación de prisión preventiva de los líderes del procés secesionista ilegal.

El presidente autonómico recurrió a varios insultos contra el Gobierno de España, la Fiscalía General del Estado y los miembros del Tribunal Supremo, durante su breve intervención -solo once minutos-, a los que llegó a acusar de ser «verdugos», buscar «venganza», actuar de manera «inmoral» y de «traficar» con la democracia.

«La injusticia española»

Esta fue la respuesta de Torra, cinco días después, a los escritos de acusación de la Fiscalía y la Abogacía del Estado en el juicio del procés. Una respuesta en la que el presidente autonómico incluyó la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sobre Arnaldo Otegui, y la polémica entorno a un impuesto hipotecario, que trató el Supremo esta semana, para concluir que «la injusticia española de hoy será la condena de la Justicia europea de mañana».

Más allá de solemnizar la negativa del secesionismo a dar su visto bueno a las cuentas del PSOE en el Congreso y a las ofensas contra los poderes el Estado, Torra aportó pocas novedades. Dijo que próximamente enviará una carta a los líderes de la Unión Europea para «explicar la situación» que se vive en Cataluña -iniciativa que ya llevaron a cabo Carles Puigdemont y Artur Mas- y exigió, otra vez, la dimisión de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial.

El presidente de la Generalitat, finalmente, repitió que: «No aceptaremos ninguna sentencia que no sea la absolución o el archivo de la causa; no aceptaremos ninguna solución que no comporte el retorno de los exiliados a casa; no aceptaremos ninguna propuesta que no reconozca el derecho a la autodeterminación, y lo cumpliremos. Hasta las últimas consecuencias».

Las palabras de Torra están ya asumidas en Moncloa. El presidente del Gobierno, empeñado en construir el relato de que son los demás quienes enturbian la situación política, hizo una nueva apelación al independentismo para que le aprueben las cuentas. También como gesto de buena voluntad Sánchez ofreció a Torra celebrar el encuentro en Barcelona al que ambos se comprometieron en verano. En este sentido confirmó que celebrará un Consejo de Ministros en Barcelona antes de final de año y que «en los prolegómenos del mismo me reuniré con Torra, si él quiere». La fecha no está todavía confirmada pero en Moncloa aseguran que la fecha más probable es el 21 de diciembre.

El líder del Ejecutivo volvió a apelar a PP y Cs para que permitan tramitar las cuentas. Apeló a ellos asegurando que si se prorrogan los Presupuestos habrá más déficit que si se aplica su proyecto. Aunque se abrió a encontrar «puntos de mejora», dejó claro que no está en duda su alianza con Podemos: «Sin poner en cuestión el acuerdo al que hemos llegado».

El presidente del Gobierno se ratificó en su intención de agotar la legislatura apruebe o no los Presupuestos: «Lo prioritario y que antepondré a cualquier otra consideración es que se suba el salario mínimo interprofesional y la recuperación de otros derechos», contestó cuando se le recordó que en el mes de marzo solicitó a Mariano Rajoy que se sometiese a una cuestión de confianza si no lograba aprobar las cuentas. Sánchez confirmó su intención de mantener su agenda: «Si no es a través los Presupuestos será a través de modificaciones presupuestarias», en forma de Reales Decretos. «Quien decide cuando hay que convocar elecciones quien les habla», dijo tajante.

Y aunque la estrategia negociadora del Gobierno consiste en vincular los Presupuestos con la subida del salario mínimo, el propio Sánchez lo hizo ayer, lo cierto es que esta es una decisión que adopta el Consejo de Ministros por decreto y puede hacerlo en cualquier momento. Así lo reconoció el presidente cuando se le ha preguntado si espera que la subida del salario mínimo esté vigente el 1 de enero: «La voluntad del Gobierno es que sí».

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