Todos a la espera de Roger Torrent

Puigdemont presiona al presidente del Parlament, Roger Torrent, para que mantenga el pleno de investidura y permita que se vote a un candidato ausente

Roger Torrent EFE / Vídeo: Puigdemont añade presión y pide amparo a Roger Torrent

DANIEL TERCERO y Nati Villanueva

Decide Roger Torrent , presidente del Parlamento de Cataluña. Desde el pasado 17 de enero, Torrent sabía que más pronto que tarde tendría que asumir su responsabilidad sobre la candidatura que Junts per Catalunya (JpC) presentaría de Carles Puigdemont para presidir la Generalitat. El pleno de investidura de Puigdemont está convocado para hoy a las 15.00 horas y sobre Roger Torrent pesa la decisión de que se celebren el debate y la votación, pese a que el Tribunal Constitucional (TC) ha advertido a los miembros de la Mesa parlamentaria, con Torrent a la cabeza, de que no se pueden celebrar si no está el candidato presente o, en su caso, que tras pasar por el Tribunal Supremo, este le dé el permiso para acudir al pleno de investidura. Por la mañana está prevista una reunión de la Mesa, de la que saldrá una primera idea de lo que Torrent tiene pensado llevar a cabo.

Ayer por la tarde, una de las opciones que manejaba el entorno de Torrent era que se diera inicio al pleno y que el presidente parlamentario suspendiera el mismo si, tras los correspondientes llamamientos a la defensa de la candidatura , Puigdemont no podía asumir el debate de su programa de gobierno desde el hemiciclo. Es decir, si no está el candidato presente, no hay investidura.

Sin embargo, fuentes parlamentarias consultadas por ABC no descartaron que «la presión» política de JpC y el PDECat sobre ERC, y en concreto sobre Torrent , hicieran imposible a estos aceptar la advertencia del TC y que al final sí se llevasen a cabo el debate y la votación para que Puigdemont fuera de nuevo presidente autonómico.

La presión sobre Roger Torrent , ayer, fue total. Puigdemont se adelantó a la notificación del TC y a media mañana envió una carta al presidente del Parlament pidiéndole «amparo» y exigiéndole que adopte «las medidas necesarias con tal de salvaguardar los derechos y prerrogativas del Parlament y del conjunto de sus miembros».

El líder de JpC y expresidente autonómico basó su petición en varios aspectos, sobre todo, en la idea de que «disfruta de inmunidad» y, por lo tanto, en su opinión: «No puedo ser detenido si no es en caso de delito flagrante». Fuentes oficiales de JpC daban por hecho que el pleno se celebrará con «normalidad».

Poco después, al mediodía, la advertencia del TC llegaba a los siete miembros de la Mesa ( cuatro de JpC y ERC ). Si no cumplen las medidas cautelares del TC tendrán que asumir «eventuales responsabilidades, incluida la penal».

Si hoy no se acata y cumple la decisión del TC el Parlament volvería a las sesiones del 6 y 7 de septiembre.

Renuncias y reuniones

En paralelo a la expectativa creada por la decisión que, finalmente, adopte Torrent , los diputados fugados de la Justicia, ahora en Bélgica, de JpC, Clara Ponsatí y Lluís Puig, y de ERC, Meritxell Serret -quien le dejó un recado a Puigdemont al señalar que deja el escaño esperando que «todo el mundo esté a la altura sacrificando intereses personales»-, daban el paso de presentar su renuncia al acta. De esta manera, la suma de los votos de JpC, ERC y la CUP llegaría a 68, justo para investir a Puigdemont en la primera vuelta. Solo Toni Comín (ERC) y el mismo Puigdemont se mantienen como diputados en Bélgica, sin petición de voto delegado -Comín la retiró ayer- ni amago de volver a España.

Con los diputados fugados menguando en número, JpC configuró oficialmente su grupo dando a Jordi Sànchez, en prisión provisional en Madrid, la presidencia del grupo parlamentario. Un gesto provocativo y para advertir a ERC, en clave de firmeza, si bien será la portavoz del grupo, Elsa Artadi , y el portavoz adjunto, Eduard Pujol, los que lleven las riendas de JpC.

ERC, por su parte, decidió que sea Marta Rovira la presidenta del grupo y Sergi Sabrià, el portavoz. Ni una palabra sobre Oriol Junqueras, que ayer volvió a recibir la negativa del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, quien ratificó la prohibición de que Junqueras y Sànchez asistan a la sesión de investidura.

A su juicio, su actuación social y política «resulta inconciliable» con el permiso que reclaman y sigue apreciando riesgo de reiteración delictiva, tal y como ya señaló en la resolución del 12 de enero, en la que Llarena declaró la incapacidad legal prolongada de los investigados para asistir a los debates y las votaciones parlamentarias; y abrió la puerta a que pudieran delegar sus votos en otro diputado, como así fue.

Por otra parte, en una providencia notificada ayer, Llarena reprocha al Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitat su falta de cooperación con la Guardia Civil y le exige que ponga a su disposición todos los mensajes de correo de exmiembros de la Generalitat que le ha pedido.

«Apoyo» de la UE a España

Aún por la mañana de ayer, la Comisión Europea volvió a trasladar un mensaje de apoyo a la Constitución y un mensaje de «rotunda unidad» en el seno de la Unión Europea en torno a Cataluña. Así se lo transmitió el vicepresidente de la Comisión Europea, Fans Timmermans, al presidente autonómico de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, durante un encuentro en Bruselas. «Nos ha manifestado que hay una rotunda unidad en el conjunto de la UE y en todos los Estados de apoyo a la posición de España como democracia», señaló García Page, informa Víctor Ruiz de Almirón.

Ya por la tarde, representantes de JpC, ERC y la CUP se reunieron para avanzar en los detalles del pleno de hoy. Un pleno que vivirá una nueva cita histórica y sin precedentes, pues ningún partido espera que Puigdemont haga acto de presencia en el Palacio del Parlamento de Cataluña, cuyos alrededores y accesos estarán tomados por los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional , que tienen previsto poner en marcha un dispositivo de seguridad conjunto.

Para hoy, fuera del Parlament, hay convocadas dos concentraciones. Una, a favor de Puigdemont, que tiene su punto de partida en el plaza de San Jaime y que se desplazará hasta las puertas del parque de la Ciudadela. La segunda es del movimiento constitucionalista y está convocada bajo el lema: «No queremos un presidente prófugo».

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