¿Tiene razón Sánchez cuando dice que la Fiscalía está a sus órdenes?
Una cosa es que, jurídicamente, el cargo de fiscal general del Estado sea propuesto y nombrado por el Gobierno, y otra distinta es que el jefe del Ejecutivo sea su superior jerárquico

Las afirmaciones hechas esta mañana por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para atribuirse el mérito de que la Fiscalía haya reactivado la iniciativa de detener a Carles Puigdemont y que sea entregado a España, han convulsionado la campaña. De hecho, Sánchez se ha enredado tanto en su discurso que ha dado a entender que la Fiscalía General se limita a obedecer sus instrucciones: «La Fiscalía, ¿de quién depende? Del Gobierno. Pues ya está».
Sin embargo, y más allá del significado político que esta afirmación tiene, que ha sido duramente contestada por la mayoritaria Asociación de Fiscales, Sánchez demuestra un enorme desprecio por la autonomía e independencia de criterio del Ministerio Fiscal . Una cosa es que, jurídicamente, el cargo de fiscal general del Estado sea propuesto y nombrado por el Gobierno , y otra distinta es que el jefe del Ejecutivo sea su superior jerárquico, o que el fiscal general esté supeditado por ley a sus órdenes e instrucciones. Es falso . La dependencia administrativa del cargo no tiene nada que ver con la independencia de criterio que el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal atribuye al fiscal general, y que su actuación esté sometida exclusivamente a la legalidad y no a las decisiones políticas del Gobierno de turno. De hecho, este tipo de afirmaciones suelen poner en entredicho a la Fiscalía , comprometen su papel constitucional, erosionan su imagen y ofrecen una falsa percepción de obediencia política que no es real.
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