Tezanos vuelve a cambiar el método del CIS y favorece a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
El presidente del entre público presenta un barómetro postelectoral que no tiene en cuenta el pacto con ERC
Cuando después de 253 días en funciones Pedro Sánchez consiguió ser investido presidente y comenzaron a filtrarse los primeros nombres de sus ministros, muchos se preguntaban si José Félix Tezanos seguiría al frente del CIS . Durante el anterior mandato de Sánchez, el exmiembro de la Ejecutiva del PSOE fue cuestionado por toda la oposición por publicar encuestas que beneficiaban al jefe del Gobierno y por sus discutibles cambios de metodología.
Podemos llegó a denunciarlo ante la Junta Electoral Central por hacer unas «declaraciones partidistas». Pablo Iglesias incluso exigió su destitución inmediata . Pero anteayer se confirmó la continuidad de Tezanos al frente del organismo encuestador público y el hoy vicepresidente lo ha dado por bueno. Desde la sala de máquinas del Gobierno ya no importa que el perfil del presidente del CIS«rompa con la imparcialidad» que exige el cargo, como criticó en su día Pablo Echenique.
A juzgar por el barómetro ofrecido ayer, parece que Tezanos seguirá siendo un brazo más de la propaganda gubernamental. En una encuesta con el enésimo cambio metodológico, pues ayer el CIS sí incluyó una estimación de voto con la excusa de que el trabajo de campo se realizó poco después de las elecciones generales del 10 de noviembre, el PSOE se mantiene como el partido más votado y Podemos sigue en los mismos porcentajes.
Ni el pacto con Iglesias, ni los primeros coqueteos con los independentistas de ERC para asegurar su investidura pasaron factura a Sánchez, según Tezanos. Es más, el presidente refuerza en tres décimas su apoyo electoral, a pasar del 28 por ciento al 28,3 por ciento, y aumenta un punto su ventaja sobre el PP, que cae ocho décimas hasta el 20 por ciento.
Otra vez tarde
La encuesta se realizó entre el 29 de noviembre y el 19 de diciembre, y se publica casi un mes después . Si el CIS hubiera seguido el criterio habitual, se habría hecho público a finales de diciembre, cuando Sánchez aún no tenía asegurados todos los apoyos que necesitaba. Publicado ahora, el barómetro queda obsoleto al no recoger las concesiones de Sánchez al independentismo ni el nombramiento de los ministros de Podemos.
Con todas estas prevenciones, el CIS ofrece un escenario electoral con pocos cambios respecto a la última cita con las urnas. Sánchez crece ligeramente e Iglesias no rentabiliza su entrada en el Ejecutivo puesto que sigue en el 12,8 por ciento, igual que en noviembre.
En el bloque de la derecha lo más destacable es la caída de PP y Cs. Casado se queda a más de ocho puntos de Sánchez, y Cs, tras la dimisión de Rivera, pasa del mal 6,8 por ciento a un malísimo 5,6 por ciento. Vox se mantiene estable, en el 15,2 por ciento, y sigue siendo el tercer partido.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos , volvió ayer a exigir la dimisión del presidente del CIS por «utilizar una institución pública que pagamos todos como un laboratorio del PSOE» y se negó a valorar los barómetros «hasta que Tezanos salga de esa institución o Sánchez lo eche».
En algunas preguntas, el CIS postelectoral coincide con las del barómetro de noviembre, cuando se confirmó la influencia de la crisis catalana entre los votantes a la hora de ir a las urnas. Según el estudio difundido ayer, los violentos incidentes ocurridos en las semanas posteriores a la sentencia del «procés» provocaron que uno de cada cuatro españoles se replantearan su voto.
Hartazgo ciudadano
De entre los que dijeron haber tenido en cuenta esta cuestión a la hora de votar, el 15,7 por ciento afirman haber elegido el partido que mejor podía parar a los partidarios de la independencia catalana y el 9,3 por ciento cambiaron su voto a favor de un partido que defiende más la unidad de España. La exhumación de Franco , en cambio, no pesó en el ánimo de los españoles. Solo el 5,7 por ciento reconocen que el traslado de los restos del dictador a El Pardo influyó en su decisión.
El largo periodo de interinidad del Gobierno socialista se ha cerrado con un notable hartazgo entre los españoles: la clase política marcó en diciembre un nuevo récord como uno de los principales problemas del país al crecer cuatro puntos en un mes. El paro sigue siendo la principal preocupación y la independencia de Cataluña ha remitido tras dispararse en noviembre.