Tercera noche de prisión para el expresidente catalán

Llegaban para reunirse con su defendido, con Carles Puigdemont, y salían con los ánimos renovados. Hablan de un Puigdemont firme que quiere lanzar un mensaje:  que no desiste, que no se rinde. Él aguanta tras los muros de la prisión de Neumünster. Un edificio de hace más de 100 años pero en el que el Alemania ha invertido 25 millones de euros para remodelarlo. Ahora es un complejo penitenciario de más de 9.000 metros cuadrados, con todo tipo de servicios, 500 celdas y presos con penas menores a los cinco años de prisión. Y de momento, continúa ahí retenido por la Justicia alemana. Dice la Fiscalía del país que es un caso más, pero no lo creen así sus seguidores. Algunos de ellos, en este caso de ideologías ultras, han estado estos últimos días apoyando desde fuera de los muros de la prisión.-Redacción-