DEBATE DE INVESTIDURA

Una tarde previsible en cuatro actos

Todo hace indicar que España se dirige a unas nuevas elecciones, el 26 de junio

Pedro Sánchez, esta tarde en el Congreso durante su intervención EFE

ESTEBAN VILLAREJO

«Una tarde previsible en cuatro actos». Así podríamos titular una crónica frugal del debate de investidura que en su segunda votación arrojó casi idéntico resultado para Pedro Sánchez: 219 votos en contra y 131 a favor. Solo la anterior abstención de Coalición Canaria se tornó en un «sí».

Todo hace indicar que España se dirige a unas nuevas elecciones, el 26 de junio, si no llegan a un acuerdo las fuerzas políticas en los próximos dos meses. Es decir: o una gran coalición PP-PSOE o el pacto de las izquierdas PSOE-Podemos-IU e independentistas.

SÁNCHEZ: «Conmigo o con Rajoy»

El candidato socialista apeló de nuevo a una estrategia contra Rajoy para justificar su acuerdo con Ciudadanos y la búsqueda del apoyo de Podemos. «¿Queremos un acuerdo entre partidos sí o no? ¿Queremos impedir nuevas elecciones generales sí o no? ¿Queremos que las políticas de cambio empiecen a ser efectivas ya sí o no? ¿Queremos evitar que el señor Rajoy siga al frente del Gobierno sí o no?».

RAJOY: «Su fiesta ha llegado al final»

Rajoy, directo y locuaz, se manifestó en contra del «síndrome de Adán» que encabeza el candidato socialista, empeñado en derogar estos cuatro años de corrección: «Usted no puede ser presidente del Gobierno sin el apoyo del Partido Popular o de Podemos [...] Todo ha sido una farsa. Un engaño.» Han sido alguna de sus ideas. Y de fondo el sectarismo del PSOE en contra de todo lo que sea el PP. «Su fiesta ha llegado al final.Poner las instituciones al servicio personal también es corrupción», sentenció, levantando la posterior airada reacción del portavoz socialista, Antonio Hernando.

IGLESIAS y su gobierno a la valenciana

Provocador pero más relajado, el secretario general de Podemos le espetó a Pedro Sánchez, en cierto lenguaje amoroso, un «solo quedamos tú y yo». Reclamó un gobierno a la valenciana y le recordó que no es posible estar a derecha (Ciudadanos) e izquierda, los representantes de la soberanía popular. «Nuestra mano sigue tendida», y le emplazó a un nuevo acuerdo...el «acuerdo del beso».

RIVERA y la pinza «PP-Podemos»

Menos gracioso que Iglesias, como él mismo reconoció, volvió a defender su pacto con Sánchez y atacó a Rajoy por su conformismo y pereza, un argumento ya utilizado el miércoles.

Iglesias también fue objetivo de sus críticas, instándole a comportarse como el Partido Comunista de la Transición, el de Carrillo, o el de los acuerdos.

Rivera hizo valer así la pinza «PP-Podemos» a las 260 reformas por España de su pacto con Sánchez. «Los extremos de la cámara van a votar lo mismo». Terminó con un llamamiento a ambos a la abstención.

De nada sirvió. España ya espera un acuerdo in extremis en dos meses u otras elecciones... 26-J.

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