ENTREVISTA
«Susana Díaz no tiene reparos en criticar a su propio partido»
El que fuera ministro en los gobiernos de Adolfo Suárez opina sobre Jordi Pujol: «Un hombre que era el honorable, el modelo de Cataluña, resulta que la corrupción eran él y sus hijos... ¿España nos roba, o quién nos roba?»

Su papel fue clave para entender la estructura de nuestro Estado. El autor del «café para todos» diseñó el mapa de las autonomías, estuvo tras la concepción del artículo 151 -redactado en su casa junto con Miguel Herrero de Miñón-, que hizo posible el referéndum en Andalucía, y evitó un país de dos velocidades. Tras enfrentarse al Gobierno de Suárez, venció la tentación de seguir siendo ministro y fue el primer político que presentó su dimisión desde que se aprobó la Constitución.
En la octava planta de la casa de Manuel Clavero, los libros desbordan hasta el descansillo de la escalera. El día anterior ha celebrado con toda la familia su 63 aniversario de boda. «Me queda un año para los noventa, y espero poder hacer más de una entrevista». Risueño, lúcido, disidente de todo, su visión del pasado nos hace entender la España actual.
-¿En qué momento y cómo comenzó su relación con Adolfo Suárez?
-Adolfo Suárez había sido alumno de Facultad de Derecho de Salamanca donde era catedrático, igual que Felipe González en Sevilla. ¡He sido profesor de dos presidentes del Gobierno! Mi relación no se limitó a lo universitario, él me invitaba a unos cursos que organizaba en Peñíscola, cuando era secretario general del Movimiento. Como tenía ya constituido desde enero de 1977 el Partido Social Liberal Andaluz, la negociación para integrarlo en la UCD fue más directa.
-Como ministro para las Regiones tuvo un gran protagonismo en la definición de la estructura del Estado.
-Cuando Tarradellas vino a Madrid, se estableció una asamblea de parlamentarios para preparar un Estatuto. Los senadores y diputados de las demás regiones dedujeron que si era bueno para Cataluña sería bueno para todos. Fue cuando se constituyeron las preautonomías y se formó el mapa regional, que es igual que el actual, salvo dos comunidades que en «mi mapa» no existían: Rioja y Cantabria.
-¿El «café para todos» tiene la culpa de los excesos que arrastra España?
-Creo que no hay quien haga un estado más centralista. Podrán discutirse determinadas competencias. ¿Querían acaso que dijera que sólo hubiera en Cataluña, Galicia y el País Vasco y ninguna más? Las autonomías no son algo solo de esta Constitución, en la República estaba previsto que estuvieran las demás regiones…
-¿Cómo tuvo ese error de cálculo el Gobierno de Suárez pidiendo la abstención en el referéndum andaluz?
-Llegó el 28 de febrero, el día del referéndum de Andalucía, y UCD les dice a los andaluces que no vayan a votar. ¡Un proceso convocado por el propio Gobierno! No me extraña que el PP no haya gobernado nunca en Andalucía, si también recomendó la abstención.
-Le presentó su dimisión a Suárez.
-Suárez estaba en los EE.UU. visitando a Carter, y me llamo pidiéndome que desconvocara al Consejo de UCD Andalucía para posicionarnos respecto al referéndum. Cuando recomendó la abstención, decidí dimitir. Al día siguiente le dije: «Sabes que he luchado por incluir el artículo 151 en la Constitución, que me he movido por el referéndum, y ahora me decís esto». No discutimos. Mi buena relación se mantuvo. Cuando constituyó el CDS me pidió ser el presidente del partido en Andalucía. ¿Sería por algo?
-Creó un nuevo partido, Unidad Andaluza, con una vida muy corta…
-Los empresarios me ofrecieron dinero para las elecciones del 82, a cambio de que hubiera en Andalucía un partido distinto al PSOE, de centro derecha. El día que quedaron en darme diez millones de pesetas, no vinieron. Una persona del consejo de administración les dijo: «Sois concesionarios del Estado. Y el Estado hoy es UCD, como le deis dinero a Clavero vamos a ver qué pasa…».
-¿Cómo valora a Susana Díaz?
-La veo con esperanza. Es defensora a ultranza de la unidad española. No tiene inconveniente en criticar a su propio partido cuando hace algo que no le gusta. Hay que recordar que es Ciudadanos el que apoya a Susana, en su investidura y en los presupuestos. ¿Será así en las generales? No sabemos, pero de Albert Rivera va a depender mucho.
-¿Vamos a la fractura de España?
-Se olvida que en Cataluña ha habido movimientos muchos más graves. Cuando se proclama la República, se constituye la República Federada Catalana, y tienen que ir los ministros de Madrid para decirles: «Señores, que acabamos de empezar, no creéis este problemazo». Y en el 34 se proclama el Estado catalán. Intervino el Ejército y detuvieron al presidente, Lluís Companys. Así que no es que tengamos un problema, sino, como dijo Ortega, «con Cataluña el problema es conllevarla». Con Tarradellas y Pujol se conllevó…
-Vemos la caída de Jordi Pujol…
-Un hombre que era el honorable, el modelo de Cataluña, resulta que la corrupción eran él y sus hijos… Muchos han dicho: «¿España nos roba, o quién nos roba?».
-El soberanismo catalán ha forzado un pleno de ruptura para el 9-N…
-Si el Parlamento de Cataluña acuerda la independencia, será inconstitucional. En tal caso la admisión a trámite de un recurso por el Tribunal Constitucional suspendería automáticamente dicha ley.
-¿Cree que Artur Mas se investirá presidente con el apoyo de la CUP?
-Si cumplen lo que han dicho, la CUP no nombra a Mas. Y dijo algo más importante: «Con los votos que hemos tenido favorables no podemos constituir una independencia». ¡¡¡Tendría que salir en todas las provincias como en Andalucía!!! Y con el 50% del censo favorable en cada una, así Cataluña no sería nunca independiente.