El sumario de la operación contra los CDR: «Subvertir el orden constitucional»

07/11/2019
Actualizado a las 08:41h.

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«A la luz del conjunto de diligencias practicadas hasta el momento, se demuestra la existencia de una organización criminal organizada (...) con el propósito de encadenar una serie de actos terroristas para subvertir el orden constitucional alterando el orden público con derivación a la propia seguridad ciudadana para facilitar la instauración de un gobierno independiente en forma de república en Cataluña». A esta conclusión llega la Guardia Civil en uno de sus informes que constan en el sumario de los CDR en el que describen la actividad criminal de cada detenido.

Miembro del «núcleo productor» del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), participó «en multitud de acciones delictivas de diferente intensidad vinculadas a su militancia en los CDR. Tales acciones fueron evolucionando conforme el compromiso del investigado con respecto a la causa secesionista era mayor, llegando a un estadio final donde las acciones que se estaban preparando podían llegar a causar víctimas mortales y grandes daños materiales, en aras de desestabilizar gravemente el funcionamiento del Estado español en Cataluña y alterando gravemente la paz pública».

Ros confesó que compró sustancias químicas consideradas precursores de explosivos . Cuando se interesaba por la compra de los mismos utilizaba una identidad supuesta o bien mentía en su profesión para poder adquirirlas. En el registro de su domicilio se constató que hubo ensayos para la confección de explosivo en la planta baja del mismo. «Existe una intencionalidad clara, orientada a la adquisición de conocimientos y práctica suficiente para la fabricación ilícita de sustancias explosivas», dice la Guardia Civil.

Del «núcleo productor», su domicilio sirvió como «laboratorio clandestino» para fabricar explosivos. También como almacén y depósito de sustancias peligrosas. Su compañero Jordi Ros confirmó que la elaboración de la termita se realizaba en esa casa desde julio de 2019. Sobre una de las mesas se localizaron anotaciones manuscritas con fórmulas químicas y la descripción de procesos de diferentes compuestos explosivos como la termita, la goma 2 y explosivos plásticos, así como un denominado «proceso RAK», con sus proporciones y pesos. También apareció documentación descargada de internet sobre explosivos. En el informe preliminar del TEDAX se afirma que la termita estaba lista para ser utilizada. También en este laboratorio se encontraron todos los elementos necesarios para la fabricación de amonal y anfo.

Participó en la manipulación, confección y preparación de sustancias con la finalidad de ser convertidas en compuestos incendiarios, deflagrantes y explosivos. Se le detectó tanto en el laboratorio instalado en la vivienda de Jordi Ros como en el de Alexis Codina. En su domicilio se intervinieron, entre otros efectos, un manuscrito en el que se recoge un decálogo para los integrantes de una célula operativa «durmiente» , lista para ser activada en cualquier momento, con capacidad para llevar a efecto cualquier tipo de acción de carácter violento tan pronto como fuera requerida para ello. La existencia de esa célula fue desvelada en exclusiva por ABC.

Los integrantes de estas células operativas, o como el propio documento denomina «agentes durmientes» , deberían llevar una vida «normal» tratando de no ser identificados con el fin de preservar su privacidad y con ello la impunidad de los ataques que pudieran perpetrar. De igual modo, se menciona la búsqueda de objetivos y la necesidad de estar instruidos en cómo hacer un «ataque con materiales caseros».

Ocupa una preeminente posición en la estructura interna del Equipo de Respuesta Táctica, siendo encargado de la guarda y custodia de los equipos de telecomunicaciones utilizados para mantener comunicaciones seguras durante la realización de sus acciones. Según lo manifestado por otro detenido, Ferrán Jolis, se identifica a este individuo con el alias de «Xavi» o «Andrew».

El ERT habitualmente hacía uso de tarjetas telefónicas (tarjeta SIM) a nombre de terceras personas denominándolas «Cacahuetes» o «Batidos de fresa» , y sus miembros tenían un alias para su identificación. Duch era el encargado de comprar las tarjetas con fondos de la «caja de resistencia».

Responsable de telecomunicaciones del ERT, la investigación comprobó que participó en la organización de una reunión clandestina con una hermana de Carles Puigdemont, para lo que impartió una serie de pautas al resto de la célula sobre qué ropa debían llevar y sobre todo cuál debían evitar, haciendo mención a descartar todo aquello que les relacionase con el independentismo catalán. Dio asimismo unos «walkie-talkies» y «tarjetas telefónicas seguras» a los miembros de la operación para facilitar las comunicaciones v organizó los puntos de encuentro; impartió instrucciones sobre qué distancias debían llevar en los vehículos y quién debería ir en cada posición.

Admitió haber pertenecido al grupo CDR de Santa Perpetua de Mogoda. En un periodo muy corto de tiempo pasó a ser el responsable del Comité de Ciberseguridad de CDR a nivel nacional y de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), debido a sus grandes conocimientos relacionados con la informática. Era plenamente consciente de sus actividades criminales: «Me estoy jugando el culo, porque si me pillan me van a meter terrorismo y banda organizada».

Es el segundo integrante con mayor peso dentro de la organización, quien organiza e impulsa la coordinación de acciones y está encuadrado en el «núcleo ejecutor». Sus contactos y reuniones de corta duración con el integrante del «núcleo productor» Jordi Ros servían a este segundo grupo para la adquisición de material y sustancias para seguir elaborando explosivos, mientras que para el grupo «ejecutor» los encuentros le proporcionaban información sobre cómo estaba todo lo relacionado con la fabricación de los mismos. Además, era conocedor de la existencia de dos células, las cuales dinamiza y coordina, y de que estarían realizando pruebas para desarrollar la termita.

Fue la persona designada para planificar, desarrollar y dar los pasos necesarios para el asalto al Parlamento de Cataluña. Miembro del «grupo ejecutor» comunicó a Jolis que un grupo secreto, denominado «CNI Catalán», se había puesto en contacto con él para que aportase la infraestructura logística necesaria con el objeto de acometer ese ataque. Ofreció su domicilio como almacén para guardar el material necesario para futuras acciones y también para hacer allí reuniones clandestinas.

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