Otegi deja en evidencia a Sánchez y pone al último jefe de ETA en la dirección de Sortu

David Pla y Elena Beloki, exjefa del aparato internacional, acceden a la cúpula de la formación proetarra

El líder batasuno neutraliza al sector disidente y complica el plan del PSE de pactar con Sortu para desalojar al PNV

Imagen de la detención de David Pla en Francia en 2015

Pablo Muñoz y Carlota Pérez

La izquierda abertzale, más concretamente Sortu, ha comenzado a hacer movimientos para intentar acabar con la cada vez más nítida disidencia, fundamentalmente de los sectores jóvenes, que exigen posicionamientos públicos claros que pongan sobre la mesa la existencia del famoso «conflicto político». Para ello, a partir de su próximo congreso de enero el ex jefe de ETA David Pla, uno de los tres terroristas que hace diez años leyó el comunicado del «cese definitivo de la violencia» y que fue negociador con el Gobierno en nombre de la banda terrorista en las conversaciones de Noruega, formará parte a partir de enero de la cúpula de la formación abertzale. Asimismo, Elena Beloki , alias 'Ana', y en su día responsable de Xaki, aparato internacional de la organización, accede a la cúpula como responsable del área de política exterior.

Ambos han sido propuestos por el Consejo Nacional de la formación, controlado por Arnaldo Otegi, en el caso de David Pla para ser responsable del Marco de Orientación Estratégica (vicesecretaria tercera), dentro de un equipo formado por cinco mujeres y cinco hombres para dirigir el partido de la izquierda abertzale, que forma parte de EH Bildu. Además, Arkaitz Rodríguez opta a la reelección como secretario general. La votación será entre el 19 y 21 de enero.

El PSE va a tener muy difícil, sin un importante coste en términos de opinión pública, seguir adelante con su estrategia de acercamiento a Sortu para desalojar al PNV del Gobierno vasco

«No es un cualquiera»

Los nombramientos ponen en evidencia al Gobierno de Pedro Sánchez, que ve cómo ha pactado los prespuestos con un partido que, lejos de condenar sin paliativos la violencia, incorpora a su dirección a miembros destacados de la banda terrorista, que tuvieron cargos de relevancia cuando ETA aún asesinaba. «Pla no era un militante cualquiera; era el jefe de la organización criminal, aunque haya sido en una etapa en la que estaba en descomposición. Pero además ha sido un liberado (a sueldo de la banda) y ha estado encuadrado en un comando que recababa información para que se perpetraran asesinatos. Y ahora va estar en la cúpula de un partido que pacta con el Gobierno día sí y día también».

Pero además, de los nombramientos de Sortu hay otra derivada política importante, esta en clave vasca. El PSE va a tener muy difícil, sin un importante coste en términos de opinión pública, seguir adelante con su estrategia de acercamiento a Sortu para desalojar al PNV del Gobierno vasco. Eneko Andueza, secretario general de los socialistas vascos, no quiso valorar los nombramientos de forma directa, pero dijo: «Las palabras hay que demostrarlas con hechos; ellos sabrán a quién tienen que poner y a quién no». Y de paso ratificó los pactos de su partido con los nacionalistas.

Anuncio del «cese de la actividad armada» de ETA el 20 de octubre de 2011

«Se ha pasado una línea roja; no parece posible que alguien pueda decir que Pla es un hombre de paz , cuando ha sido el último jefe de la banda terrorista. Al PSE y al Gobierno el nombramiento les deja en cueros», analizan las fuentes consultadas por ABC. Carlos Iturgáiz, presidente del PP vasco, aseguró que Otegi «ha clarificado las cosas», al haber nombrado a un «especialista en tiros en la nuca».

No obstante, otros expertos en la lucha contra el terrorismo consultados aseguran que no sería extraño que, a pesar de estos movimientos, a medio plazo los socialistas continúen con su plan de acercamiento a los proetarras: «Si se analizan con perspectiva, tanto Pla como Beloki cumplen cuatro condiciones importantes para Otegi: sin ser grandes ideólogos, tienen una cierta preparación y al menos saben hablar; sin duda, cumplirán las órdenes de su jefe sin rechistar; por su pasado en la banda tienen ese componente simbólico que hace falta a Sortu para contentar a los más radicales y, además, no tienen delitos de sangre, por lo que, a pesar de que les cause indignación su ascenso, no es demasiado doloroso para las víctimas».

En un comunicado, Sortu explicó que, tras el debate sobre su ponencia, ha entrado en la fase para elegir sus órganos de dirección en el marco de su tercer Congreso. Como ya se ha señalado, secretario general de Sortu, repite Arkaitz Rodríguez. Por primera vez, no aparece el nombre de Rufi Exteberria, quien hace unas semanas anunció su salida de la formación abertzale.

De controlador a aliado

El caso de Arkaitz Rodríguez es interesante. Aupado en su día por el sector más duro para que hiciera de 'comisario político' de Arnaldo Otegi,éste supo ganárselo para su causa; de hecho, ahora forman el tándem dirigente de la formación. Con Pla y Beloki, Otegi consigue contentar al sector más radical, pero además intenta blanquear, una vez más, a ETA, ya que aúpa al dirigente que dio voz al certificado de defunción de la banda: «El mensaje que se quiere trasladar a la opinión pública que rechazaba el terrorismo es que los etarras evolucionaron, que son nuevos tiempos, y ahora enarbolan otras banderas como las del ecologismo, el feminismo, la pacificación, la lucha contra la precariedad laboral... Una especie de ETA 2.0».

La estrategia pretende, por una parte, evitar las fugas de los más radicales –siguen siendo minoritarios–, y por otra continuar con la ocupación del espacio de Podemos, prácticamente fagocitado ya por Sortu.

Todas las ponencias del próximo congreso de Sortu, según las fuentes consultadas por ABC, están encaminadas a intentar acabar con la disidencia, cada vez mayor, que hay dentro del movimiento abertzale radical. Hay que recordar que Pla formó parte de Jarrai, los cachorros de ETA y que según las fuentes consultadas, tiene cierto ascendente sobre ese sector.

En lo que coinciden todas las fuentes consultas es que Otegi sigue siendo el hombre fuerte dentro del mundo abertzale. «Estos nombramientos los decide él, y ni Pla ni Beloki tienen posibilidades reales de enfrentarse a él. Es más; se van a convertir en sus colaboradores, entre otras cosas porque le deben a él sus puestos. Y sin duda tendrán que agradecerle los servicios prestados».

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