Sorpresa en el Supremo y en el CGPJ por el carpetazo al caso del hijo de Conde-Pumpido
Magistrados y vocales creen que las posibles coacciones a la juez de Pokémon merecían un estudio de la Abogacía
La decisión de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de paralizar una investigación al hijo del exfiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido por posibles coacciones a la juez del caso Pokémon ha causado sorpresa en el Tribunal Supremo y dentro del propio órgano de gobierno de los jueces.
Miembros del Alto Tribunal y también del Consejo mostraron a ABC su extrañeza por la decisión de los vocales que integran la Permanente de limitarse a «tomar conocimiento» de los hechos que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia puso de manifiesto ante el Consejo y que incluyen la «sugerencia» , por parte del letrado a la magistrada, de un cambio de destino.
Esas fuentes recuerdan que esta decisión supone que el caso no se remite al Colegio de Abogados para investigar las posibles responsabilidades disciplinarias en las que pudo haber incurrido el letrado por el correo electrónico que envió a la juez Pilar de Lara. Consideran que el CGPJ habría dado una auténtica lección de transparencia derivando el caso a la Abogacía, máxime cuando en este asunto hay una circunstancia añadida que exige un «especial celo»: el exfiscal general del Estado es magistrado del Tribunal Supremo y la segunda mujer de Pumpido, vocal del Consejo (Clara Martínez de Careaga). Según ha podido saber ABC, hay vocales que ayer se estaban planteando la posibilidad de llevar este escándalo al Pleno del Consejo que se celebrará a fin de mes.
Guiño a la izquierda
Las mismas fuentes interpretan que la decisión de no ahondar en este caso forma parte del guiño a la izquierda que el presidente del Consejo ha demostrado en decisiones que ha tomado últimamente, como la de haber propuesto para la Comisión Permanente (la única en la que sus siete miembros tienen dedicación exclusiva) a un vocal progresista tras sacar de ella al conservador Juan Manuel Fernández. Esta circunstancia se ha traducido en que la Permanente cuenta ahora con cuatro vocales de sensibilidad progresista y tres de perfil conservador.
Desde el Consejo se insiste en que la decisión de la Comisión Permanente de limitarse «a tomar conocimiento» del asunto –en definitiva, a darse por informado–, no es de Lesmes, sino de los siete vocales que la conforman, y que se tomó por unanimidad. Recuerdan, además, que la juez no ha pedido amparo al Consejo en ningún momento y que prueba de que no se sintió intimidada por el correo que le envió el hijo de Pumpido es que lo sacó a la luz un año y medio después.
Efectivamente, el correo electrónico trascendió el pasado 10 de diciembre, en un escrito que la juez De Lara dirigió a la Audiencia de Lugo defendiendo su competencia para investigar una supuesta trama de corrupción en la que estaría implicado el secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro. Para demostrar que se trataba de una artimaña para separarla del caso, la juez incluyó el correo que Conde-Pumpido le escribió en junio de 2014, antes de convertirse en abogado de Besteiro, que en aquel momento todavía no estaba imputado.
«Haré lo que esté en mi mano»
En el mail, el letrado le habla de una supuesta confabulación contra ella en la que participarían «tanto políticos como juristas con el objetivo de apartarla de las investigaciones sobre corrupción que afectan en varias provincias a dirigentes políticos gallegos». El letrado no solo recomendaba a la juez que cambiara de destino («si puede cambiar de destino, hágalo»), sino que incluso le ofrecía ayuda para hacerlo: «Si necesita de apoyo en el Consejo para optar a alguna plaza o para facilitar su traslado, hágamelo saber y haré todo lo que esté en mi mano. En cualquier caso no creo que sea difícil de conseguir».
«Ya sabe cómo empieza esto: primero la prensa se vuelve en contra, empiezan con ataques gratuitos , escarban en la vida privada, las conferencias dadas, anteriores resoluciones, y luego va subiendo la intensidad (...), se empiezan a recibir visitas de la inspección y de la noche a la mañana te encuentras sumido en un infierno mediático y judicial».
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