Curri Valenzuela

Solo Podemos quiere ya elecciones

Curri Valenzuela

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Es en lo único en lo que están de acuerdo Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera, aunque ninguno de ellos lo confiesa: tal y como se están desarrollando los acontecimientos hay que evitar la celebración de unas nuevas elecciones generales por el riesgo de que el partido más votado resulte ser el de Pablo Iglesias.

A Sánchez no le convino en ningún momento la repetición del proceso electoral. Después de conseguir los peores resultados para el PSOE en la España democrática, los barones de su partido se le echaron encima y aún hoy pesa sobre su cabeza la amenaza de descabalgarle del cargo de secretario general y del título de candidato a presidente. Solo la carambola resultante de la renuncia de Rajoy a someterse a la sesión de investidura le ha levantado, aunque levemente, en las encuestas. Si al final no se gana el premio de La Moncloa perdería eso y más ante un Podemos que se iba a sentir muy crecido.

Albert Rivera no lo ha disimulado ni un segundo: no le interesa para nada otra campaña que se convertiría en un mano a mano entre el PP y Podemos por mucho que su papel como mediador en una situación complicada le esté salvando en los últimos sondeos. Lo curioso es que resulta ser el PP, el partido que apostó desde un primer momento por provocar una nueva cita con las urnas, el que ha cambiado su estrategia inicial. Sus dirigentes ya reconocen que las encuestas han dejado de serles claramente favorables.

Rajoy, que apostó muy fuerte a provocar que el Rey convocara elecciones sin encargar antes a ninguno de los candidatos que se sometiera al trámite de la investidura, ha dejado descolocado a buena parte de su partido. Más que eso, desmotivado para iniciar una nueva campaña. Y el calendario judicial en lo relativo a los casos de corrupción del PP, que se paró en las semanas anteriores al 20-D, se ha puesto nuevamente en marcha. Tiene a Jaume Matas en el banquillo, al sumario de la Púnica a punto de publicarse, lo de Gúrtel casi visto para apertura del juicio oral y lo de los ordenadores de Bárcenas viento en popa en la Audiencia Nacional. Todos datos malos para ser mostrados a un electorado que se ha declarado indignado con la corrupción. Solo queda Podemos. Desde el 20-D tiene la sartén por el mango y ahora ya por la base. Según le convenga, va a apoyar a Sánchez o a forzar elecciones.

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