Vox sitúa en Cataluña la clave de su futuro en el pulso con el PP

El éxito o fracaso será el termómetro para medir si Casado acertó o no en su ruptura con Abascal

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«Vox puede ser la primera fuerza constitucionalista en Cataluña. Jugamos a ganar o a arrasar, el empate, no existe». Esta contundente afirmación de un dirigente de la formación que p reside Abasca l da idea de la importancia con la que Vox afronta las elecciones en Cataluña. Que entrará en el Parlamento ningún sondeo electoral lo duda, la clave está en la fuerza con la que esta formación política llegará a la Cámara catalana. Con un añadido que genera aún más expectación, si esa fuerza será mayor a la del Partido Popular o, por el contrario, los populares conseguirán despegarse. Un avance, el de la formación conservadora, que podría estar impulsado por el voto huérfano de Ciudadanos que, tras el fiasco de Arrimadas, volvería al partido del que salió en 2017 para darle la victoria a la formación naranja.

Para Vox, estas elecciones no son solo importantes para tener voz propia en el Parlamento catalán, sino que serán el barómetro para medir si Pablo Casado acertó, o no, en la ruptura con Abascal. A día de hoy, este cisma parece que no ha perjudicado a Vox, al que las encuestas le dan un ligero descenso, en alguno casos, o una leve subida, en otros. Pero tampoco le ha hecho daño al PP , que se acerca en porcentaje de votos al PSOE y se aleja de Vox.

Aunque internamente este es el deseo lógico de los dirigentes de este partido consultados por ABC: dar el sorpasso al PP, en público, las caras visibles se muestran más comedidas. Es la táctica habitual de los partidos, no elevar mucho el listón de las expectativas, para que si el resultado no es tan satisfactoria, que al menos no lo parezca mediáticamente.

Alternativa real

Así, al menos, es como se manifiesta el portavoz del Comité de Acción Política del partido de Abascal, Jorge Buxadé , al asegurar a ABC que «no nos planteamos si superamos a uno u otro partido. Nuestra única intención es ser la alternativa real en la que puedan confiar los catalanes para recuperar las instituciones y la libertad que el separatismo les ha robado. También para proteger a las familias frente a una inmigración ilegal que ha llevado la inseguridad a sus barrios». Eso sí, el eurodiputado está seguro de que «la presencia de Vox en las instituciones de Cataluña será determinante para el futuro de España».

En la mima línea se pronunció esta semana el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros , durante su participación en el foro Nueva Economía. El objetivo de Vox es entrar en la Cámara catalana «y creo que vamos a entrar. Mi aspiración personal sería lograr formar un grupo propio, eso sería un enorme éxito». Al margen de este deseo, Espinosa de los Monteros subrayó que «más allá de eso no tenemos ningún objetivo marcado relativo a ningún otro partido, nunca lo hemos tenido. Lo nuestro es dar la batalla de las ideas, defender las cosas en que creemos, dar esperanza a millones de catalanes que hoy no la tienen, que la han perdido, porque unos han huido, otros han ignorado el problema, y otros se han unido a los golpistas».

Si la realidad es que, a priori, Vox puede obtener un buen resultado en las catalanas, una circunstancia nueva puede interferir en este pronóstico: la presencia en la campaña electoral del PP de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo . La exportavoz va a estar en Cataluña y va a participar activamente. El hecho de que dirigentes de Vox hayan puesto en valor la valía intelectual y política de la diputada puede jugar en contra de Vox en este caso, toda vez que la lista que lideró en las generales arrebató 80.000 votos a Ciudadanos.

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