El silencio regresa a Alsasua
Pocos vecinos quieren hablar de los sucesos del domingo, ninguno para apoyar el acto de España Ciudadana
Tras los gritos, insultos, amenazas, sonido de campanas, caceroladas por parte cientos de radicales que no querían que se oyera a los participantes en el acto de España Ciudadana, el silencio regresó ayer a la localidad navarra de Alsasua. Y de qué manera.
Esa climatología triste, plomiza que tan bien refleja Fernando Aranburu en su novela «Patria» era lo más parecido al tiempo con el que amaneció ayer Alsasua. La lluvia no cesó hasta entrada la tarde, la temperatura no pasó de los 10 grados y el silencio lo copó todo.
También el silencio no climatológico que expresa Aranburu se extendió por la localidad. El silencio de quien no puede expresar libremente sus opiniones porque son contrarias a la postura abertzale oficial. Si se pregunta a algún vecino por una tienda, por una calle, éste responde con generosa amabilidad. Pero si la pregunta versa sobre política, la cosa cambia. Pocos se quieren mojar , ninguno para respaldar el acto de España Ciudadana. Las respuestas varían desde el «yo no opino de eso» de la mayoría de los vecinos hasta el «¿qué quieres que te diga? Vinieron a lo que vinieron y se llevaron lo que querían. Por eso estáis vosotros hoy aquí», de los más osados.
Intentamos recabar la opinión de algún militante de partidos no nacionalistas. Imposible, nadie quiere hablar. El mejor reflejo de lo que sucede en las localidades como Alsasua donde todavía no se ha ido el miedo es que los partidos constitucionalistas no logran hacer una lista electoral encabezada por vecinos de la localidad. «Nadie se atreve», responden desde Unión del Pueblo Navarro, «lo hemos denunciado muchas veces» . El único partido constitucionalista que ha llevado a personas de Alsasua en su lista, el Partido Socialista de Navarra, ha tenido que desautorizar en más de una ocasión a sus dos concejales de la localidad.
«Nadie se atreve»
Y también se puede ver en los resultados electorales. En las elecciones más cercanas, las locales, la suma de UPN y PP apenas llegaron a los 400 votos en las últimas municipales. Fueron la quinta y sexta fuerza respectivamente. Sin embargo, si la votación es para los representantes en el Congreso de los Diputados los resultados cambian radicalmente y estas dos formaciones alcanzaron los 630 votos en las Generales de 2016 y quedaron como segunda fuerza. Sólo por detrás de Podemos. Es decir, superaron a Bildu (623) y muy ampliamente a Geroa Bai (397), que es quien gobierna en el municipio.
De ahí que el domingo ningún vecino de Alsasua acudiera al acto de España Ciudadana. Aunque también es cierto que una gran parte de los abertzales que protestaron contra el acto no eran vecinos de Alsasua. Procedían de otras localidades, incluso de otras comunidades, donde llegó la alerta de los grupos antifascistas. De ahí que el miedo entre los vecinos de Alsasua fue que fueran esos quienes provocaran incidentes. De ahí que los mismos miembros de la Asamblea de Vecinos de Alsasua organizaron el primer cordón de seguridad, seguido por el formado por Guardia Civil y Policía Foral para tratar de evitar las agresiones de los radicales. «La inmensa mayoría del pueblo de Alsasua desea vivir en paz y concordia», aseguraba el domingo el párroco de la localidad, Patxi Izco.