El silencio de las campanas

El sonido de las campanas tiene a Banyoles en pie de guerra, porque impiden el descanso nocturno de algunos visitantes del pueblo. El propietario de un piso turístico se quejó y el sacerdote ha optado por silenciarlas. Una polémica decisión que incluso llevó a los tribunales al Obispado y Ayuntamiento de Girona, en su día denunciados por un hotel que consiguió que bajaran los decibelios. Exigencias de los turistas que se van de vacaciones a zonas rurales, que a veces chocan con la propia vida de sus habitantes hasta el punto de haber llegado a cerrar un gallinero en Cangas de Onís (Asturias). Y aquí en Banyoles, cacerola en mano los vecinos no están dispuestos a dejar que el repicar de sus campanas se pierda en el silencio.