Todo irá bien
Lo de siempre
«Sucedió ayer lo de siempre con Ciudadanos: teniendo razón en sus planteamientos, los expresó de modo oportunista y zafio»
Sucedió ayer lo de siempre con Ciudadanos: teniendo razón en sus planteamientos, los expresó de modo oportunista y zafio . Y más teniendo en cuenta que Inés Arrimadas ganó las elecciones en Cataluña y fue incapaz de dar la cara por sus votantes, muchos prestados, en nombre de la utilidad, de los otros partidos constitucionalistas; y huyó a Madrid como antes Albert Rivera había huido, demostrando lo que les interesamos los catalanes.
Hay motivos para presentar una moción de censura contra Quim Torra , y son muchos y muy graves, y precisamente por ello la frivolidad con que una vez más Ciudadanos ha actuado resulta intolerable: es tan evidente su sobreactuación , y su ventajismo tan obvio, que le sirvió en bandeja a los independentistas el argumento para ridiculizar no sólo la moción, sino sus adecuados principios. Obrando de este modo, no puede Rivera extrañarse de su aparatoso descenso en las encuestas, cansados los votantes de sentirse despreciados por un partido que antepone siempre sus operaciones de imagen a los intereses de los españoles en general y en particular de los catalanes.
Lo de ayer en el Parlament fue, lamentablemente, sólo un acto de campaña. Lorena Roldán queda mucho mejor pegada en los carteles que cuando toma la palabra. Alejandro Fernández se confirmó como orador notable, y yerran los que acusan de independentista y de traidor a Miquel Iceta, que explicó muy bien su posición. Acertó el PSC absteniéndose, porque su misión no es ser un hooligan en el montón sino un puente hacia la luz que dé una salida no humillante a los desencantados , a los fatigados y a los que tras algunos años de excitación han recordado que la moderación es el modo que los adultos tienen de comportarse. Sé que puede costar de entender en la distancia. Pero créanme: yo sé cómo son mis amigos independentistas, los que lo son más y los que no lo son tanto, y cuál es la única manera de decantar un mapa electoral que, por lo que a los dos grandes bloques se refiere, es bastante estable.
Es fácil tener razón en Cataluña. Solucionar los problemas es más complicado. El exhibicionismo de ayer de Ciudadanos no explicó nada que no supiéramos ni nos hizo avanzar en la dirección acertada. Sólo sirvió para que el independentismo volviera a mostrar su desprecio a la democracia, su pobre alcance intelectual y su raíz totalitaria. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, le reprochó a Lorena Roldán que «el Parlament no es un bar», cuando ella y su banda lo han usado de retrete para retorcer la libertad y cualquier dignidad institucional. Quim Torra se escondió como un cobarde, con la misma cobardía con que se hace el héroe hasta que la Justicia le exige retirar lacitos y pancartas y le recuerda que el único camino alternativo es el camino de la cárcel.
Entre los inventos de Pedro Sánchez y el oportunismo de Ciudadanos, si los independentistas no ganan esta guerra es porque son aún mucho más torpes de lo torpe que es España.
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