Sánchez regulará la «nueva normalidad» de los españoles con un decreto que aprobará el martes
El texto estará vigente hasta que exista una vacuna o tratamiento eficaz contra el virus
El líder socialista lanza un «Viva el 8-M», tras la difusión del vídeo de Irene Montero admitiendo que conocían la peligrosidad del virus
El presidente «niega «cálculos propios» en el recuento de fallecidos y defiende tanto las cifras de Sanidad como la gestión del Gobierno
El Gobierno regulará la que ha venido a denominar como «nueva normalidad» mediante un nuevo real decreto-ley que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes. Lo ha anunciado este miércoles el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante el Congreso para solicitar la sexta prórroga del estado de alarma.
Una extensión que el líder socialista confía en que será la última y que sacará adelante con una mayoría reforzada respecto a la anterior, gracias al apoyo de Cs, PNV y la abstención de ERC.
Sánchez ha explicado que ese nuevo decreto que regulará la vida de los españoles cuando caduque la sexta prórroga, a partir del 21 de junio, será una recopilación de las «todas las medidas de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria".
"Se trata, en definitiva, de aunar en una sola norma las medidas sanitarias que tendremos que continuar observando hasta que tengamos una vacuna o un tratamiento terapéutico eficaz que nos permita recuperar nuestros hábitos anteriores con total seguridad y, por tanto, evitar el riesgo de un rebrote de la pandemia", se ha limitado a señalar Sánchez, sin dar más detalles sobre las nuevas normas que regirán la vida de los españoles en menos de tres semanas.
El texto nacerá, por tanto, sin fecha determinada de caducidad y será abordado con las comunidades autónomas en "un próximo" Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y tendr á que ser convalidado por el Congreso durante los treinta días siguientes a su aprobación.
El jefe del Ejecutivo ha defendido «con cautela» que «lo peor ha quedado atrás» y ha realizado un positivo balance de su gestión. Así, ha celebrado que en los últimos días no haya muertos y ha defendido la desescalada aplicada por el Gobierno como "inteligente".
Sus principales argumentos han vuelto a ser que ningún ejecutivo del mundo estaba preparado para hacer frente a la pandemia —esta vez ha puesto como ejemplo a Estados Unidos— y en que España ha tenido una posición de liderazgo en la lucha contra la pandemia dentro de Europa.
Casado pedirá una comisión de investigación
Sigue sin convencer con estos argumentos al presidente del PP, Pablo Casado. Tras arrancar su intervención reivindicando el legado de Mariano Rajoy, el líder de la oposición ha recalado una vez más en las mentiras y el «engaño masivo» perpetrado, a su juicio, por Sánchez en los dos años que lleva en el Gobierno pero especialmente en la gestión de la pandemia.
«Su imagen en esta crisis quedará asociada a las mascarillas defectuosas, los test falsos, las urgencias de toda España colapsadas, las morgues desbordadas y las colas del hambre», ha advertido. Por ello, ha anunciado que su grupo pedirá la apertura de una comisión de investigación sobre la «nefasta» gestión de la pandemia cuando el país entre en la llamada «nueva normalidad».
«Usted es el ejemplo del mayor fracaso mundial en la lucha contra la pandemia», ha rematado el líder de la oposición, acusando a Sánchez de estar «dispuesto a no dejar ni las raspas del Estado por seguir un día más en el poder».
También ha entrado en este debate el presidente de Vox, Santiago Abascal, para quién han muerto «decenas de miles de españoles por el sectarismo y la negligencia criminal de este Gobierno ».
Baile de fallecidos
Las cifras de fallecidos han vuelto a ser otro de los focos de discusión entre Gobierno y oposición. Sobre el baile de datos, Sánchez ha venido a culpar a las comunidades. Según ha aseverado, Sanidad no hace «cálculos propios» sino que se limita a recopilar los datos que le suministran las autonomías y a aplicar después «rigurosamente» el protocolo de la OMS. Es decir, solo se computan los fallecidos por Covid-19 a los que se les hizo test y dio positivo, pero quedan fuera todos aquellos que murieron sin prueba.
El jefe del Gobierno ha defendido así la cifra oficial de 27.127 fallecidos por la pandemia pese a que el Instituto Nacional de Estadística ha revelado que entre el 1 de enero y el 24 de mayo murieron en nuestro país 43.945 personas más que en el mismo periodo del año anterior.
Casado le ha pedido explicaciones. «¿Cómo es posible que según el Instituto Carlos III haya 43.000 víctimas, o según las funerarias 44.000 y usted solo reconozca 28.000? ¿Usted que llamaba indecente a sus adversarios, le parece decente ocultar a los muertos y sus familias para esconder su incompetencia ? Hasta el New York Times le decía el sábado que no se ha visto una cosa así en todo el mundo», le ha reprochado.
Instalado en que el Ejecutivo solo usa los datos de las comunidades, Sánchez ha reaccionado acusando a Casado de poner en duda las cifras que facilitan a Sanidad las autonomías donde gobierna el PP.
Apropiación de banderas
Sánchez ha cargado contra quienes, a su juicio, intentan apropiarse de la bandera española. «Es el símbolo de la nación, la bandera de todos y todas », ha subrayado, haciendo hincapié en que representa la «voluntad de vivir juntos y el proyecto de país común». Tras resaltar que « todos estamos dentro de la misma bandera » ha advertido que «nadie puede usar la bandera contra otro».
«No hay buenos españoles y malos españoles. No usemos la bandera como si fuera arma o una frontera. No usemos los símbolos que fueron creados para representar todo lo que nos une , que es mucho más que lo que nos separa», ha emplazado.
Abascal no ha dudado en replicarle, instándole a exigir a sus socios de investidura que «no la quemen y no la arríen de los edificios oficiales». «Y de paso anime a sus huestes, a sus militantes, a que la enarbolen en los mítines del PSOE y que lo hagan también los señores de Podemos. Aquí lo único que se arrebata es lo que ustedes han tirado al suelo», ha continuado.
Broncas
Tras los sonados enfrentamientos y provocaciones que tuvieron lugar la semana pasada en el Congreso, Sánchez ha desplegado un tono moderado e institucional para advertir que «para que este país avance necesita diálogo y entendimiento ». Y ello pese a que fue el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quién cruzó todos los límites al acusar a Vox de querer dar un golpe de estado.
Obviando así que la mayor provocación producida en sede parlamentaria ha venido del propio Ejecutivo, Sánchez ha pedido a los grupos parlamentarios decir «no» a la violencia verbal y a la provocación. «El virus no distinguió clases, territorios ni ideologías», ha continuado Sánchez. « El odio es el veneno más dañino porque corroe sociedades y corroe comunidades», ha señalado, poniendo a Estados Unidos como ejemplo a evitar.
También a esto le contestó Abascal acusando a Sánchez de presidir de «un Gobierno extremista y guerracivilista» que ha lanzado « llamamientos al odio, a la violencia, a los escraches , a la eliminación de los adversarios políticos desde esta tribuna, y lo ha hecho únicamente para protegerse de las responsabilidades penales».
Las apelaciones de Sánchez al entendimiento son, para Abascal, «mentiras y más mentiras» Frente a ello, ha pedido a los españoles que «elijan el camino de la concordia nacional, de la de verdad, no de la impostada, señor Sánchez, y se protejan del odio que promueve el Gobierno del señor Sánchez y el señor Iglesias».
Sánchez respalda a Marlaska
Casado le ha contestado acusándole de dirigir el país con sectarismo ideológico y ha introducido en el debate la polémica abierta por el cese del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos.
En esta última prórroga del estado de alarma, el principal partido de la oposición mantendrá el «no» al que ya viró en la extensión anterior por considerar que el Gobierno socialista está abusando de esta herramienta constitucional.
«Usted llegó al poder con una moción de censura al gobierno y ahora pretende hacer una moción de censura al Estado . Todo ello, bajo palio de alarma que hoy pretende prorrogar por sexta vez, hasta los 90 días de excepcionalidad constitucional», ha espetado.
Casado ha acusado a Sánchez de tener «el peor balance de gestión de nuestra democracia» y ser « el presidente más radical de la historia de España ».
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