Sánchez refuerza los anclajes entre Ferraz y el Gobierno

Prepara al partido para 2023 en un cónclave que refuerza la idea de mayor fluidez en su relación con las estructuras del partido

Pedro Sánchez haciéndose un selfie
Víctor Ruiz de Almirón

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«Cualquier tiempo pasado no fue mejor», decía con sorna el anfitrión del Congreso del PSOE, Ximo Puig . En 2017 no fue ni delegado tras el brutal enfrentamiento de los barones con Pedro Sánchez. Y tras resistir ese mismo año un intento por remover su liderazgo regional, cuatro años después es uno de los liderazgos territoriales referentes del partido. Ejercerá como presidente del 40 Congreso.

Su caso es uno de los más sintomáticos respecto a cómo ha cambiado la película socialista estos cuatro años. Pero no es el único caso. Todos los líderes aseguran que, de un modo u otro, han conversado con el líder de cara a la tarea de escucha e indagación que Pedro Sánchez ha hecho de cara a la elaboración de la nueva Ejecutiva.

Pese a que las expectativas electorales del partido se encuentran en un momento de incertidumbre , el ánimo general del Congreso es bueno. Porque está centrado en la parte orgánica. Y porque existe la convicción de que hay margen para voltear las encuestas. No se prestó ayer especial atención al sondeo del CIS que acortaba la ventaja sobre el PP.

Al margen de la incomodidad que para muchos genera todavía la figura de Ábalos y las incógnitas sobre su salida, lo más característico de este Congreso es la sensación de reconciliación. Tanto hacia dentro del PSOE como entre la cúpula de Ferraz y La Moncloa. Por la FIRA de Valencia se vio ayer como en casa, porque lo es, a Óscar López y Francesc Valles. Jefe de Gabinete y secretario de Estado de Comunicación, respectivamente. Imaginar a sus antecesores (Iván Redondo y Miguel Ángel Oliver) en esa tesitura es altamente complejo.

Son dos piezas fundamentales para entender la nueva etapa. Y una tercera adquiere una importante dimensión. Llanos Castellanos será la nueva secretaria de Relaciones Institucionales. Un cargo orgánico que suma a su condición de Directora Adjunta de Gabinete en La Moncloa. No serán muchas las figuras que dupliquen puestos. Por eso hay que fijarse bien en quienes sí lo harán. Como será probablemente el caso de Félix Bolaños.

Con la excepción del caso Ábalos , incluso los salientes se dejaron ver con buen ánimo en las primeras horas del Congreso. Hasta Nadia Calviño, que no es militante y que reiteradamente ha rechazado formar parte de las listas electorales, profundizó notablemente en su comunión orgánica. Recibió uno de los cuatro premios Manuel Marín, el premio Europa, destacó su compromiso con el proyecto de Sánchez y se emocionó recordando los vínculos de su familia con el PSOE.

Todas las piezas parecen encajar en la búsqueda de una nueva etapa. Incluso un presidente autonómico reconocía con cierta sorna que se está contando «demasiado» con ellos y que a veces prefieren «no estar tan informados» de las decisiones que se van a adoptar. En Congreso Federal estará caracterizado por un repliegue orgánico. Sánchez cierra filas para preparar al partido para un incierto 2023 en el que todo su poder institucional está en juego. Y con una certeza muy poco reconfortante: mantener sus gobiernos no depende sólo de su resultado, que creen bastante consolidado, sino de la capacidad de Yolanda Díaz de rearmar el espacio a su izquierda y la de Pablo Casado por unificar el de su derecha.

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