Sánchez pide más Europa pero obvia la cooperación judicial
Juncker alerta de que nacionalismo y populismo «llevan a la ceguera y a la guerra»
Pedro Sánchez intervendrá ante el pleno del Parlamento Europeo el próximo mes de diciembre
En plena agitación por el conflicto judicial entre España y Alemania a cuenta de la extradición de Puigdemont , el Gobierno no se mueve ni un ápice del discurso netamente europeísta y apostando por «la voluntad de mantener la decisión» que supone el proceso de integración europea. Pese al cuestionamiento que este caso ha generado para la cooperación judicial entre los socios y al instrumento de la euroorden, el presidente del Gobierno ha decidido no entrar en el conflicto con sus socios europeos.
Pedro Sánchez ha abogado este jueves por su «firme voluntad por hacer más y mejor Europa» en un momento en que «la Unión se enfrenta a enormes desafíos». El líder del Ejecutivo no se ha referido al caso de Carles Puigdemont y el conflicto con Alemania. Al contrario, ha cuestionado «a la ultraderecha» por el cuestionamiento del espacio Schengen a raíz de este escenario. Sánchez ha evitado la polémica y ha abogado por reivindicar «los cimientos sólidos» del proyecto europeo.
Durante un acto en el que ha presentado al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker en la Fundación Carlos de Amberes, el presidente del Gobierno ha reivindicado la memoria para no olvidar los hechos traumáticos que asolaron Europa durante el Siglo XX y como su dimensión se puso en jaque «sacrificada en el altar de los egoísmos nacionales» , una expresión que ha repetido en otras dos ocasiones. Sánchez ha hablado de la necesidad de avanzar en la integración económica, en políticas migratorias y en la defensa común europea. Ni una palabra sobre la cooperación judicial. En el mes de diciembre está previsto que Sánchez intervenga ante el pleno del Parlamento Europeo para explicar su visión sobre el futuro del proyecto europeo.
Lo primero que hizo Sánchez cuando fue elegido líder del PSOE en 2014 fue decidir que los eurodiputados socialistas no apoyarían a Juncker como presidente de la Comisión, vulnerando el acuerdo entre las dos principales familias políticas europeas. Ahora, desde la presidencia del Gobierno, todo ha cambiado, y Sánchez dio ha dado paso a Juncker asegurando que «se ha ganado todo mi aprecio y mi más absoluta consideración».
Juncker también ha alertado de la «tendencia peligrosa» que supone «la vuelta al nacionalismo». Y alertó de que junto al populismo «lleva a la ceguera total y lleva a la guerra. Siempre ha sido así y siempre será así». El discurso del presidente de la Comisiíon Europea ha sido un espaldarazo a la actitud de nuestro país, con recado para otros socios: « España desde el primer día de su adhesión se ha comportado como un miembro fundador . Los seis estados miembros no se portan siempre como estados fundadores, pero España sí».
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