Sánchez busca un pacto rápido con Casado para el CGPJ tras el 14-F

El presidente del Gobierno llamó este miércoles al líder del PP, que sigue «firme» con sus condiciones, que no considera imposibles

Pedro Sánchez y PabloCasado, en una imagen de archivo

Pedro Sánchez intenta aprovechar los malos resultados del Partido Popular en Cataluña para atraer a Pablo Casado a una renovación del Consejo General del Poder Judicial y otros organismos que requieren del concurso del principal partido de la oposición. Fuentes populares explicaron que el presidente del Partido Popular volvió a poner las mismas condiciones de siempre, que incluye la garantía de la independencia del Poder Judicial y que Podemos no forme parte del acuerdo.

Desde el Gobierno definieron esta conversación como «constructiva» tras meses de distanciamiento. Pero no señalaron avances concretos más allá de concretar que Sánchez y Casado hablaron sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Administración de RTVE. Pero también de una cuestión pendiente, con consenso de la mayoría de partidos, pero que sigue sin reformarse como es el voto rogado para los ciudadanos españoles residentes en el exterior.

En la conversación, que fue «breve», según fuentes de Génova, Casado reiteró sus condiciones para el reforzamiento de la independencia de los órganos constitucionales, la neutralidad de los medios públicos y el consenso para la reforma de la ley electoral. Antes, durante la mañana, fuentes del Gobierno señalaban que el PP «se queda sin excusas» para renovar el CGPJ. Desde la presidencia del Gobierno creen que es un momento adecuado para alcanzar acuerdos de esta índole con el PP: «Ahora tendremos un poco de tranquilidad por falta de elecciones a la vista» , señalaban desde La Moncloa, en referencia a que la próxima cita prevista con las urnas son las elecciones andaluzas a finales de 2022. La parte socialista del Gobierno ha decidido esperar al PP para llegar este acuerdo.

Un punto en el que Unidas Podemos ha cedido ante Pedro Sánchez, al margen de insistir eventualmente con la reforma legal para reducir las mayorías necesarias de cara a una renovación. Por eso en el PSOE urgen al PP para llegar a un acuerdo. Porque no quieren que Iglesias reactive esta cuestión como elemento de presión dentro de la coalición. Pero los socialistas apelan al PP para el pacto no solo por esa cuestión, sino para profundizar en el discurso de que se distancie de Vox: «Si el PP es listo, igual le conviene pactar con nosotros el CGPJ cuanto antes y decir que son partido de Estado», plantean desde el Gobierno.

Durante la sesión de control Sánchez instó a Casado a hacer una «oposición útil y con sentido de Estado». El presidente intenta dibujar el futuro de Casado un camino en el que solo hay dos direcciones: «Usted tiene que elegir: o el camino de la moderación o el camino de la perdición; de ser una oposición útil con sentido de Estado o una oposición con un proyecto bastante contradictorio en el que al final se ve un complejo ante la ultraderecha que representa Vox». O lo que es lo mismo, distanciarse de vox tiene que traducirse en apoyarlo a él.En el núcleo del Ejecutivo están seguros de que el resultado de las elecciones catalanas provocará «movimientos estratégicos» en todos los partidos. Y esperan que en el caso del PP sea abriéndose a acuerdos puntuales con el Gobierno.

La parte socialista del Ejecutivo desea mantener esa vía de interlocución abierta, como también la de los 10 escaños de Ciudadanos, para no depender exclusivamente del bloque de los Presupuestos y limitar así la influencia de Iglesias. Pero a este respecto reconocen incertidumbre porque no saben cómo actuará Pablo Casado en un momento de «cuestionamiento interno».

Iglesias, de fondo

En el PP sospechan que la llamada de Sánchez precisamente ayer, pocas horas después de que los diputados socialistas exhibieran su distancia con Iglesias al no aplaudirle en la sesión de control, tiene bastante que ver con un mensaje indirecto a su socio de Gobierno. Sánchez trasladó a Casado su interés en fortalecer las instituciones, mientras Iglesias se dedica a deslegitimarlas.

En todo caso, el PP sigue «firme» en sus condiciones para renovar el Poder Judicial, que es el interés principal de Sánchez, como se ha visto en los últimos meses, según subrayaron en Génova. Los populares no descartan en absoluto un acuerdo en un plazo relativamente corto y atenderán todas las llamadas que les haga Sánchez. «El cauce de diálogo seguirá tan abierto como quiera el presidente», avisan.

Las condiciones puestas por el PP no son insalvables. La primera de ellas, la retirada de la propuesta de elección de los vocales del Consejo con una mayoría reducida, creen que se ha cumplido de hecho, ya que permanece bloqueada en el Congreso. La segunda condición, que Podemos no entre en la negociación ni el acuerdo, sostienen que depende de Sánchez y no lo ven imposible. Sobre la tercera, la despolitización de la Justicia, al PP le bastaría una declaración de intenciones del presidente del Gobierno a favor de la independencia judicial, algo que no ven en absoluto desorbitado. Ayer se rompió el hielo. Si se produce un acercamiento será discreto, avisan en el PP, donde son conscientes de que un acuerdo de Estado podría fortalecer a Casado. Eso sí, con sus condiciones por delante.

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