Sánchez cede ante ERC y comparecerá en el Congreso cada dos meses durante el estado de alarma
Casado reitera su oferta de apoyar la prórroga si dura ocho semanas
El presidente del Gobierno , Pedro Sánchez , ha cedido a las peticiones de más control parlamentario que lanzaron ayer la mayoría de los partidos con representación en el Congreso , incluyendo muchos de sus socios de investidura, aunque, eso sí, ha aceptado la exigencia que menos esfuerzo le requería.
Además de la oferta de Pablo Casado de respaldar un estado de alarma de ocho semanas, al Gobierno se le han acumulado sobre la mesa enmiendas de Ciudadanos (Cs), ERC , EH Bildu , Más País y Compromís . Todas ellas solicitaban que Sánchez acudiese a la Cámara Baja a rendir cuentas durante la vigencia del estado de alarma, pero el presidente ha abrazado la oferta de los republicanos: ir al Congreso solo una vez cada dos meses a explicar la evolución de la pandemia y de una medida excepcional que permite limitar derechos individuales.
El jefe del Ejecutivo ha ofrecido este miércoles que la Conferencia Interterritorial de Salud revise el estado de alarma dentro de cuatro meses, el 9 de marzo, y pueda levantarlo si existe una mayoría que así lo considere en función de la situación epidemiológica. Un extremo que también se recoge en la enmienda de ERC, que respaldarán los partidos del Gobierno.
Si el Consejo Interterritorial decidiera no levantar el estado de alarma en ese momento, este marzo se extendería dos meses más, hasta el 9 de mayo, tal y como aprobó ayer el Consejo de Ministros. Si ve procedente salir del estado de alarma, la Conferencia de Presidentes podrá solicitar al Ejecutivo su retirada previo aval de ese Consejo Interterritorial.
Esta oferta excluye al Congreso de los Diputados del control del estado de alarma pese a ser el que debe aprobarlo mañana. El Consejo Interterritorial está integrado por las consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas.
Además, Sánchez no ha explicado esta mañana en la sesión de control por qué ha delegado en el ministro de Sanidad, Salvador Illa , la defensa de la prórroga del estado de alarma este jueves en el Congreso, a pesar de que se trata de un marco que invade derechos y libertades fundamentales, un debate que excede las competencias del político catalán. El presidente del Gobierno, no obstante, sí que estará en el Congreso, a pesar de que en un primer momento se anunció que no acudiría.
La oferta de Sánchez respecto al debate en el Consejo Interterritorial se ha producido durante la sesión de control en el Congreso en la que el presidente del PP, Pablo Casado , ha reiterado su disposición a apoyar mañana la prórroga si su duración se limita a ocho semanas.
Una fórmula que permitiría limitar la movilidad los tres próximos puentes y salvaría la Navidad desde el punto de vista económico y familiar , ha defendido el líder de la oposición. «¿Por qué no acepta esta propuesta para esta segunda oleada del coronavirus?», ha interrogado Casado. «Mi mano sigue tendida, por mí no quedará».
La pregunta se ha quedado sin respuesta porque Sánchez no se ha movido de la oferta de revisión a los cuatro meses por los consejeros de Sanidad.
En su primera intervención ha cargado, además, contra el PP, asegurando que comete «error tras error» y no está en el «camino del diálogo y la crítica constructiva».
Además, ha insistido en la fórmula de dejar la gestión de la pandemia en manos de la comunidades asegurando que el Gobierno lucha «de manera contundente contra el virus con todas las armas constitucionales para cogobernar con las comunidades autónomas con el único objetivo de defender la salud pública».
Presión de sus apoyos
La presión de los partidos que sostuvieron las anteriores prórrogas del estado de alarma ha sido clave para que Sánchez termine moviéndose. La práctica totalidad del arco parlamentario ve excesiva la duración de seis meses de la prórroga y, aunque no se debatirán nuevas prórrogas, dentro de cuatro meses sí se revisará su vigencia -pero fuera de sede parlamentaria-.
Los socios de investidura de Sánchez y Cs exigían al menos que el presidente del Gobierno rinda cuentas. Fuentes de la dirección de Cs valoraban incluso abstenerse en la votación de la prórroga si el jefe del Ejecutivo se negaba a comparecer ante el Congreso. Salvo sorpresa, mañana será Illa quien defienda la prórroga, pero Sánchez sí ha aceptado la enmienda de ERC, que le obliga a acudir al Congreso cada dos meses.
Una petición similar a la de EH Bildu, que también reclamaba su presencia cada dos meses, pero que añadía otras cuestiones. Cs, Más País y Compromís han registrado también sendas enmiendas en las que piden al Gobierno que Sánchez acuda al Congreso al menos una vez al mes. Ambición que queda frustrada al ofrecer ERC su respaldo a cambio de solo dos meses.
En su enmienda, Cs solicita además que la prórroga dure solo tres meses, que el ministro de Sanidad comparezca cada quince días -no cada mes, como ha pactado el Gobierno con ERC- y que los presidentes de las comunidades autónomas que restrinjan derechos fundamentales comparezcan ante la Comisión Constitucional «dentro de los veinte días siguientes a su adopción y mensualmente por el tiempo que esta dure».
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