La debacle del PSOE terminaría con el bloqueo político
Con el PSOE desangrado por el cisma vivido esta última semana, la celebración de unas terceras elecciones generales rompería el equilibrio de fuerzas que existía hasta ahora y el PP saldría muy reforzado, con posibilidades reales de formar Gobierno solo con el apoyo de Ciudadanos. Así se desprende de la encuesta de GAD3 realizada para ABC durante la semana pasada. El partido de Mariano Rajoy podría alcanzar los 159 diputados y el PSOE caería por debajo de los 70, ahora sí detrás de Unidos Podemos. Ciudadanos también perdería siete diputados, pero tendría un papel relevante para la gobernabilidad. La fractura que sufrió el PSOE el miércoles pasado, cuando 17 miembros de su Ejecutiva dimitieron y negaron toda legitimidad a Pedro Sánchez como secretario general, fue la puntilla para un partido que el pasado 26 de junio ya registró su peor resultado histórico en unas elecciones generales, al obtener solo 85 diputados. Antes, el 20 de diciembre, ya había roto su suelo anterior al quedarse con 90. Pues bien, hasta el miércoles, justo antes del cisma de Ferraz, la encuesta de GAD3 que se estaba realizando ya situaba al PSOE con 76 diputados y un 19,8 por ciento de estimación de voto. Era un mal resultado, pero los socialistas aún se mantenían por delante de Unidos Podemos, que obtenían 69 escaños, aunque con un 20,9 por ciento de estimación de voto. Pero el PSOE de Pedro Sánchez todavía tenía capacidad de empeorar. Cuando estalló la guerra interna en su Ejecutiva, el miércoles por la tarde, el resultado de la encuesta varió. El Partido Socialista se desplomó hasta los 68 diputados, con un 18,6 por ciento de votos, y quedaba por detrás de Unidos Podemos, que se mantenía estable con esos 69 diputados. El salto de la formación de Pablo Iglesias se haría realidad si las terceras elecciones generales se celebraran hoy, tanto en votos como en número de diputados. Cuando Pedro Sánchez anunció su dimisión como secretario general del PSOE, el sábado a las 8.20 de la tarde, había perdido ya la confianza no solo de la mayoría del Comité Federal de su partido, sino también de sus votantes. Según la encuesta de GAD3, seis de cada diez electores del PSOE (el 57 por ciento exactamente) consideraba que Sánchez no estaba capacitado para liderar el Partido Socialista en esta etapa. La pregunta se realizó antes de su renuncia, y después de la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE. Los datos globales son rotundos: dos de cada tres españoles no veía capacitado a Pedro Sánchez para encabezar al estrategia del PSOE. Solo el 26,4 por ciento creía que podía hacerlo. Pero lo más llamativo es que esos porcentajes no cambian sustancialmente cuando las respuestas se reducen a los votantes socialistas. Frente al 57 por ciento que ya no confiaba en Sánchez, solo el 38 por ciento de quienes le habían votado seguían pensando que podía liderar el partido.