Sánchez aparta al ministro y cita al presidente de Ceuta para buscar soluciones
Vivas acude hoy a La Moncloa para analizar la situación creada por la decisión judical
«Es una reunión entre presidentes. Vamos a buscar soluciones». Así de lacónica era la confirmación que fuentes de La Moncloa ofrecían este martes a ABC sobre la reunión que tendrá lugar mañana entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y el de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas .
Con la decisión de Sánchez de tomar las riendas del conflicto surgido en Ceuta por la nueva decisión judicial de paralizar la devolución de menores, la posición del ministro Fernando Grande-Marlaska queda más comprometida aún si cabe. Primero, porque ha sido el propio presidente quien ha decidido hacer, contra todo pronóstico, de apagafuegos y brindarse a buscar soluciones con Vivas (PP). Y segundo, porque esa decisión conlleva una desautorización expresa a la forma en la que Marlaska ha gestionado la devolución de menores marroquíes.
El propio Marlaska no quiso ser un verso suelto a la hora de justificar el encuentro: «La reunión de mañana es la reunión de las instituciones, la ciudad autónoma y el gobierno con el fin de resolver lo que se quiere resolver desde el primer momento en interés del menor pero la comunicación entre todas las administraciones ha sido permanente y directa durante todo el tiempo», aseguró el ministro en la base de Torrejón.
La decisión del presidente del Ejecutivo pone otra vez sobre la mesa el cierre en falso de la crisis de gobierno de julio cuando valoró agrupar en un mismo ministerio las carteras de Justicia e Interior, dándole la titularidad del doble departamento a la actual ministra de Defensa, Margarita Robles .
Los conflictos con los jueces
El encontronazo de Grande-Marlaska con la Justicia no es el primero desde que el juez en excedencia de la Audiencia Nacional tomase posesión de la cartera de Interior en junio de 2018. Las horas bajas para el ministro comenzaron con el coronel Pérez de los Cobos , que fue cesado al frente de la Comandancia de Madrid por ‘pérdida de confianza’ , una decisión firmada por la Secretaría de Estado de Seguridad que fue anulada por la Audiencia Nacional, aunque posteriormente se rechazase la aspiración del mando de incorporarse inmediatamente a su antiguo puesto en la comandancia.
Tampoco la Justicia ha sido grata para el ministro cuando recientemente la Audiencia Provincial de Madrid considerase «un exceso» que la Policía entrase en un piso turístico del centro de Madrid en pleno confinamiento por el estado de alarma decretado por la pandemia de Covid por la técnica de la ‘patada en la puerta’.
Esta intervención gozó del respaldo del ministro al diferenciar la inviolabilidad de la ‘morada’ frente a los inmuebles que se utilizan como pisos turísticos que, en su opinión, no merecen la protección fundamental constitucional.
Por fallarle, a Interior le ha fallado la Justicia hasta en la concesión de medallas. Fue la Audiencia Nacional la que anuló tres pensionadas al considerar que tres comisarios principales propuestos para estos tres reconocimientos no reunían los requisitos necesarios al no haberse justificado en un expediente individualizado.
Tampoco las asociaciones que velan por las víctimas del terrorismo tienen considerado a Grande-Marlaska entre los ministros que más defienden su memoria. Desde su llegada al ministerio, el Gobierno ha trasladado a prisiones próximas al País Vasco a 202 etarras, de los cuales 60 han ido directamente a centros penitenciarios del País Vasco y 14 Navarra. De esos 202 etarras, 97 han sido condenados por delitos de sangre, los mismos que Marlaska dijo que eran motivo para denegar los traslados.
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