Sánchez celebra la carta de Junqueras y pide comprensión y magnanimidad ante la decisión de conceder los indultos
El presidente del Gobierno valora la carta del líder de ERC como un hito positivo: «Cualquier paso a favor de la distensión es bienvenido»
Lo que dice la Constitución sobre los indultos
«El cambio de Gobierno no es una prioridad», «la mesa de diálogo es entre Gobierno y Gobierno» (Oriol Junqueras se queda fuera) y una petición para la «sociedad catalana y la española»: «Confianza y magnanimidad» para entender los indultos que se avecinan para los golpistas. Los tres mensajes de Pedro Sánchez fueron claros, directos y concisos. El escenario para difundirlos, la explanada de la Casa Rosada en Buenos Aires (Argentina).
«Cualquier paso a favor de la distensión es bienvenido», insistió el presidente del Gobierno al preguntarle, en rueda de prensa, por la carta de Oriol Junqueras, donde ahora ve con buenos ojos los indultos que antes despreciaba con expresiones como «se los pueden meter por donde les quepa». Dicho esto, Sánchez se mostró tolerante con el rechazo que genera su proyecto de perdón a los sediciosos (no solicitado) en buena parte de los españoles. «Comprendo que pueda haber ciudadanos con reparos» ante «la posibilidad de dar indultos» a los condenados pero, añadió, «pido confianza y magnanimidad» porque el objetivo, según reiteró, «es construir convivencia». Como hiciera en España, el presidente del Gobierno se refirió al problema del secesionismo, como un conflicto «heredado de la anterior Administración» del que era ajeno (del consenso con Mariano Rajoy para aplicar el artículo 155 de la Constitución no dijo una palabra).
En un esfuerzo por resultar más convincente justificó la crónica anunciada de los indultos, porque «el desafío que tenemos por delante merece la pena. El objetivo merece la pena» , insistió en alusión implícita a que el resultado se traducirá en una convivencia armoniosa y dentro del marco de la ley, con los separatistas.
«Diálogo, negociación y acuerdo» fueron los términos que pronunció Sánchez con más intensidad pero, evitó poner fecha a la mesa de negociación con el gobierno de Cataluña. «Veremos cuando se puede celebrar», dijo sin ofrecer una fecha aproximada. Sin precisar día sí anunció que mantendrá lo antes posible una reunión con Pere Aragonés .
Interrogado por su interpretación sobre la misiva de Oriol Junqueras, el presidente del Gobierno la celebró porque «lo importante es dar pasos en la distensión y para (la mejora) de la convivencia». Reconocido el gesto, Sánchez fue diplomático pero tajante, a la hora de imaginar al condenado por sedición compartiendo espacio físico en una mesa de negociación. «No me gusta vetar a nadie» pero «hablamos de una mesa entre gobiernos, entre gobiernos», reiteró.
El futuro del actual Consejo de Ministros, su reducción y cambios filtrados, de momento, lo dejó convertido en algo parecido a un globo sonda. «La prioridad es la vacunación y la recuperación económica. Lo demás -en respuesta a los cambios de Gobierno- no es prioritario». Confiado, anunció: «Quedan 70 días para que logremos la inmunidad de grupo».
Un día de visita
La visita relámpago de Pedro Sánchez (llegó el martes por la noche y se fue el miércoles a última hora de la tarde), salvo por las cuestiones mencionadas, se pareció bastante a una réplica de la protagonizada por el presidente de Argentina en Madrid el pasado mes de mayo. Apoyo incondicional recíproco, respaldo a Argentina en la crisis con la pandemia y en las negociaciones con la deuda pendiente con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y demanda conjunta de liberalización de las fórmulas de las vacunas para que la humanidad tenga acceso universal.
Otra diferencia de este viaje fue la celebración de un foro reducido de empresarios españoles y argentinos, la actualización del tratado de Asociación Estratégica entre ambos países, pendiente de modernización desde el 2017, firmas de un paquete de acuerdos varios y una expresión de deseo de Pedro Sánchez. Al ser preguntado si los argentinos vacunados con la Sputnik V rusa (la mayoría), podrán viajar a España, pese a que la agencia del medicamento europea no la reconoce dijo: «Es un debate en el seno de Europa», pero, «no debería ser un obstáculo» ya que habrá que «aplicar una enorme dosis de sentido común».
Los temas espinosos como la inflación galopante de Argentina o las demandas de seguridad jurídica, según Sánchez y Fernández, no surgieron a lo largo de los poco más de 40 minutos de reunión -con númerus clausus por el Covid- de los empresarios. Tampoco, según afirmaron ambos «amigos», asuntos relacionados con flexibilizar las leyes laborales argentinas salieron a la palestra donde todos iban con mascarilla. «No se nos han planteado objeciones», coincidieron.
Lo que sí se expuso a micrófono abierto en la rueda de prensa fue la tensión existente para ratificar el acuerdo Unión Europea-Mercosur donde Argentina, en palabras de Alberto Fernández, puede ser vista como el país donde está «el problema». Tras declararse de «vocación europeísta», el presidente que afronta una ola brutal de muertos diarios, impuso uno de los mayores confinamientos del planeta y está acosado por escándalos con la distribución y compra de vacunas, dijo: «preservo lo que nos pasa a los argentinos» para justificar sus reticencias al Tratado, tal y como está.
A renglón seguido, abrió el ventilador, al recordar que los obstáculos los colocan «también otros países de Europa», en alusión a Francia y los Países Bajos. El presidente del Gobierno, sin entrar en discusión, expresó su deseo de que «se pudiera materializar cuanto antes» un acuerdo que alumbraría «un área (de libre comercio) inédito en el mundo» (a excepción del de China y el sudeste asiático).
Como Pedro Sánchez con los separatistas, Alberto Fernández adjudicó todos los males de su Gobierno a «esos cuatro años de infortunio que precedieron mi Gobierno», declaró sin mencionar a Mauricio Macri.
Sánchez no quiso entrar en la crisis que atraviesa Perú tras declararse ganador de las elecciones Pedro Castillo y conminó a esperar los resultados oficiales completos.
En cuanto al anuncio que hiciera en mayo, de los 4.500 millones de euros destinados para América Latina y Argentina, que en Buenos Aires esperaban como un regalo de la madre patria, Sánchez tuvo que bajar las expectativas generadas y matizar que, como las vacunas, todo va en dosis.
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