Sánchez cede y enviará material ofensivo a Ucrania para lograr el apoyo del PP pero enfada a Podemos
Ione Belarra e Irene Montero no han aplaudido al jefe de Gobierno tras anunciar la medida
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El PP reitera su respaldo a Sánchez: «No tema por el apoyo de sus socios, recorreremos juntos este camino»
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Giro de 180 grados en el discurso del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez , sobre el envío de armas a Ucrania. El líder socialista ha anunciado este miércoles en el Congreso que «España e ntregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo » ya que «hay grupos que ponen en cuestión el compromiso» asumido por nuestro país y es necesario ofrecer una posición de «unidad» ante la brutal agresión de Rusia.
El socialista no ha especificado en qué consistirá ese envío y se ha limitado a subrayar su «firme propósito de proporcionar a Ucrania toda la ayuda y el apoyo que sea posible, conforme lógicamente a las capacidades de nuestro país». No habrá envío de tropas a Ucrania porque, como ha recordado Sánchez, tampoco lo va a hacer la OTAN. Sí habrá un «refuerzo del flanco oriental para asegurar la defensa de todos los aliados», que ya se ha puesto en marcha.
«Para mí y para el Gobierno es tan importante, tan fundamental, la unidad de todos», señaló Sánchez, antes de lanzar un anuncio que enmienda la posición que fijó él mismo el lunes por la noche en una entrevista en TVE y que ayer volvió a reiterar la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, tras el Consejo de Ministros.
Aunque el envío de armas pretendía exhibir la máxima unidad de los grupos parlamentarios no ha sido así. El anuncio ha elevado el respaldo discursivo del PP a Sánchez pero, a cambio, ha abierto dos brechas internas dentro del Gobierno: entre el PSOE y Unidas Podemos, y entre esta formación y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Según fuentes gubernamentales, ayer por la noche se avisó a Belarra y Díaz «para anticiparles la decisión» y «se le transmitió desde Podemos que no compartían la decisión». No así Díaz que esta mañana ha expresado su apoyo a la rectificación del jefe del Ejecutivo. Las mismas fuentes señalan que se pactó «cómo escenificar la discrepancia» y que «en ningún caso habrá dimisión de los ministros de Podemos. Ni ceses».
Más concretamente fue el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , el que habló con Ione Belarra. Mientras que el presidente lo hizo con Yolanda Díaz. Ha quedado claro en este lance que Yolanda Díaz y los comunes mantienen una posición de apoyo cerrado a las decisiones de Pedro Sánchez. Mientras que en Podemos marca distancias.
Desde Moncloa restan importancia al choque. Aunque tanto Irene Montero e Ione Belarra dicen estar muy «preocupadas» por la evolución de la situación. Aunque nadie llega a hablar todavía de que la coalición pueda estar en peligro. En cualquier caso, la fractura no es entre PSOE y Unidas Podemos, sino dentro del espacio morado, muy condicionado y expectante por los pasos que va a dar Yolanda Díaz para impulsar su candidatura.
Ha quedado constatado el frágil discurso de unidad que alcanzaron ayer por la mañana los socios de coalición y que pasaba porque la formación morada aceptaba el envío de material defensivo a Ucrania en el marco europeo y mientras los socialistas rechazaban las entregas bilaterales. Con el paso dado hoy por Sánchez esa fragilidad se ha puesto de manifiesto.
Fuentes gubernamentales destacan que Sánchez nunca llegó a descartar por completo esos envíos. Y minimizan los efectos que ellos pueda tener en la coalición. Destacan que el presidente ha sido «respetuoso» con esa discrepancia y otras fuentes apuntan a que «el problema lo tiene Ione Belarra». Aunque el Gobierno no quiera vender rectificación, el propio presidente ha reconocido que ha cambiado su posición al respecto. En su último turno ha explicado que «lo hice porque les escuché a ustesdes», en referencia al PP, porque «se ponía en cuestión el compromiso del Gobierno» y que por eso «les escuché y revisamos esa posición, para que no hubiera duda» .
Pero la realidad es que la bancada morada no ha aplaudido el envío unilateral de armas. La secretaria general de la formación, Ione Belarra , y la ministra de Igualdad, Irene Montero , no se han levantado para aplaudir al jefe del Gobierno, como sí ha hecho el resto de la bancada azul, Díaz y el ministro de Consumo, Alberto Garzón incluidos. Belarra y Montero, visiblemente molestas, sí mantenían el aplauso, pero la primera convocaba de manera urgente a los medios en el pasillo contiguo al hemiciclo para dejar clara su discrepancia.
Tras asegurar que hay un «consenso» en «parar los pies a Putin», la líder de Podemos matizaba que « contribuir a la escalada bélica no va a resolver antes el conflicto y puede llevarnos a un escenario completamente incierto y muy peligroso, de conflicto mundial. Hemos echado en falta referencias a las vías diplomáticas» señalaba la ministra sobre el discurso que acaba de pronunciar el jefe del Ejecutivo, fuertemente aplaudido por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Fuentes de Podemos confirmaban que el partido morado se enteró el martes por la noche del cambio de 180 grados en el discurso de Sánchez y que mostraron su disconformidad . Belarra evitaba llegar tan lejos en público, pero dejaba claro que «esta no es la posición ni la medida más eficaz para que el conflicto acabe cuanto antes». La líder de Podemos enfatizaba que «todas las negociaciones de paz se hacen con el enemigo» y evitaba contestar a la pregunta de si Putin es un dictador. Por su parte, el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, tachaba de «error» el envío de armas.
Sánchez, en su discurso, no escondió las divergencias con su socio de coalición y subrayó que se equivocan los que se refugian en proclamas pacifistas para defender que no hay que ayudar a Ucrania. «Tenemos muy reciente el 'no a la guerra' pero no nos equivoquemos, el no a la guerra de Irak es el no a la guerra de Putin», advirtió. El líder socialista también ha considerado que su socio se equivoca porque Ucrania «tiene el estatus de país agredido» y está combatiendo «de forma desigual».
«Yo también defiendo el 'no a la guerra'», ha subrayado antes de señalar que se debe «contribuir entre todos a la desescalada» pro también «ayudar a una población, sin ninguna capacidad para poder defenderse, para que lo haga en igualdad de condiciones con Rusia». Esta idea, ha insistido, «nada tiene que ver con no apelar al diálogo».
El líder socialista ha remarcado que «España no está en esa posición de contribuir a la escalada armamentística» sino que está actuando con prudencia y cautela y ha hecho hincapié en que «España siempre ha entendido que este ataque es a Europa. A sus principios y valores». Esta ha sid ola idea que, según ha dicho, le ha llevado a defender hasta ayer mismo «acciones coordinadas a nivel europeo» y «no un sumatorio» de iniciativas de cada país.
«Esta ha sido mi posición y la posición del Gobierno. Y creo que es la adecuada. Lo creo firmemente», ha continuado para dejar claro que este cambio de posición es un intento por lograr el apoyo de los partidos que le vienen criticando por negarse a hacer envíos de material defensivo de forma bilateral, fundamentalmente el PP, que sí le viene dando su apoyo a sus actuaciones y decisiones en el marco de la UE y la OTAN. También Ciudadanos se encuentra en esta posición.
Sánchez también ha pedido a Podemos que exija a Putin que ponga fin a los ataques mientras está abierta la vía del diálogo. «Es una regla mínima», ha cargado mientras Echenique asentía con la cabeza.
En cuanto a otras medidas de respuesta a Rusia, el líder socialista también ha avanzado que pedirá un endurecimiento de las sanciones económicas a Rusia y ha defendido que deben tener un «impacto brutal». «Se trata de aislar al Gobierno de Putin y a la oligarquía que le apoya», ha defendido. Por ello, ha anunciado que España impulsará la declaración de Rusia como paraíso fiscal. También ha presentado un plan económico para minorar el impacto de la guerra en nuestro país.
Además de abrir brecha entre PSOE y Podemos, y entre esta formación y Yolanda Díaz, el envío bilateral de armas a Ucrania parte en dos al resto de partidos que vienen dando su apoyo al Gobierno. EH Bildu se mostró en contra del anuncio de Sánchez y se alineó con el grupo morado y advirtió que remitir material de defensa es un error que implica alimentar la escalada.
En cambio, tanto el PNV como el PDeCAT y Nueva Canarias respaldaron el anuncio y aplaudieron la rectificación del jefe del Gobierno. ERC, por su parte, optó por una posición intermedia, sin rechazar directamente el envío bilateral de material ofensivo pero criticando las medidas que puedan elevar la tensión y apostando por las sanciones económicas.
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