Sánchez bendice la plataforma de Díaz para que la división en la izquierda no amenace los gobiernos socialistas
En el PSOE son conscientes de que necesitan un buen resultado de su socio para arañar escaños al bloque de la derecha. La pelea por ser tercero en muchas provincias entre el segundo partido de izquierdas y Vox es la clave de La Moncloa en 2023
El PSOE necesita que a Yolanda Díaz le vaya razonablemente bien. Y que los partidos a su izquierda resuelvan el debate sobre su alianza y su identidad. Esta mañana, durante una entrevista en la Cadena SER, Pedro Sánchez ha animado a que las fuerzas a su izquierda lleguen finalmente a un entendimiento .
El presidente del Gobierno ha asegurado hoy que le gustaría «que se diera ese proceso de unión en la izquierda del PSOE». Y es más que preocupación por el daño que Yolanda Díaz puede hacer al PSOE, porque es una candidatura muy bien valorada en el electorado socialista, existe temor a que su vicepresidenta no logre sus propósitos y a que el espacio a la izquierda del PSOE se vea afectado por la fragmentación .
El propio Sánchez ha recordado esta mañana cómo nuestro sistema electoral «penaliza la división», por el efecto en el reparto de escaños de la circunscripción provincial, supone un lastre para los espacios políticos que se fragmentan . Las intenciones de Díaz y las apelaciones de Sánchez a quien ponen en la diana es a Iñigo Errejón. Su intención de preservar su movimiento como un proyecto autónomo puede robar votos tanto a unos como a otros.
Sucede que el ciclo electoral que viene cambia las tornas respecto a lo que pasó en 2019 . Entonces, era la derecha quien estaba dividida en tres siglas. Ahora es la izquierda la que está enfrascada en un debate interno para evitar verse afectados por esa división.
El consenso de encuestas privadas sitúan al PP en posición de ganar las elecciones y ser primera fuerza al absorber buena parte del voto de Ciudadanos . En el PSOE aducen que estos sondeos no son representativos porque no hay tensión electoral. Pero sí se asume que el PP subirá su representación por puro efecto del reparto al salir Cs de la ecuación, en el PSOE necesitan que a Yolanda Díaz le vaya bien.
Ahora mismo la coalición se sustenta porque el PSOE fue primero en 2019 y le saca treinta escaños al PP. Y con eso se compensa el hecho de que Unidas Podemos quedase cuarto por detrás de Vox. Además de que el bloque de izquierdas siempre tendrá unos 20 o 25 escaños nacionalistas disponibles para poder completar sus mayorías.
Si ahora se asume que la ventaja sobre el PP se eliminará, o, incluso como apuntan los sondeos, que será el PP quien tenga ventaja sobre el PSOE, los socialistas necesitan que la mayoría del bloque crezca por la izquierda . En síntesis: Sánchez necesita que la candidatura de Yolanda Díaz sea tercera en muchas circunscripciones en las que ahora lo es Vox. De esa forma aumentarían sus opciones de revalidar el cargo a la vez que se reducirían las de Casado.
Esto vale para las elecciones generales, pero también para muchos gobiernos autonómicos. La situación de la izquierda en la Comunidad Valenciana o en Andalucía, singularmente en esta última, puede hacer que muchos votos se pierdan sin lograr representación. A la renqueante situación del PSOE andaluz se une el problema de que a su izquierda aparecen ahora tres partidos distintos. Y es posible que sin alianza entre ellos ninguno supere la barrera del 5%. Esto es un problema para el PSOE en sitios donde la izquierda está fragmentada. Pero también en sitios donde Unidas Podemos no ha llegado a despuntar. Hace unos días se publicaba una encuesta en Castilla-La Mancha que situaba a Emiliano García-Page fuera del Gobierno. Se quedaba cerca de la mayoría absoluta, pero no había nadie que completase esa suma. Mientras que el PP con la entrada de Vox sí lo conseguía.
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