Sánchez apremia a Iglesias a abandonar la idea de una coalición

El presidente del Gobierno en funciones asevera que una negociación no puede terminar nunca «en la vía de partida» de una de las partes

Pedro Sánchez, EFE
Víctor Ruiz de Almirón

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El presidente del Gobierno en funciones sigue presionando al líder de Podemos para que ceda en su pretensión de conformar un Ejecutivo de coalición y acceder a facilitar su investidura.

Durante la presentación a la ministra Nadia Calviño en unos desayunos de la Agencia EFE, Sánchez ha planteado que una negociación debe terminar en una «tercera vía» y «nunca en la postura de partida de ninguna de las partes».

«Saber negociar es algo fundamental para afrontar nuestro tiempo», ha dicho Sánchez. Tras constatar la disponibilidad de PNV y ERC para facilitar su investidura el líder socialista es muy consciente de que la presión sobre Iglesias ha subido varios grados. «Necesitamos un periodo de estabilidad de cuatro años para culminar lo ya iniciado», ha dicho también Nadia Calviño.

El presidente en funciones avanza en paralelo en su relato, que dibuja a Pablo Iglesias como una figura que bloquea la gobernabilidad por su pretensión de ocupar ministerios. En caso de eventual repetición electoral el PSOE explotará ese marco: «Saber negociar es querer negociar. No imponer, sino acordar».

Sánchez ha pedido a Iglesias que entienda que «en una buena negociación no puede haber ni vencedores ni vencidos» . Horas antes de que se reúnan las delegaciones de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso el líder socialista ha reclamado que Iglesias abandone sus pretensiones: «La solución siempre está en un camino intermedio. Entre dos posiciones opuestas que parecen antagónicas, la solución radica en una tercera vía».

Para el PSOE ellos ya se han movido de manera clara y reiterada. Primero defendían un Gobierno en solitario, luego aceptaron incorporar a independientes de la órbita de Podemos, también un Gobierno de cooperación con presencia de Podemos en segundos niveles de la Administración y ya en julio accedieron a un Gobierno de coalición.

Pero tras la investidura fallida el PSOE planteó de nuevo un Gobierno en solitario pero sustentado en un pacto programático como una suerte de acuerdo de legislatura. Esta misma semana Sánchez culminó su oferta asegurando que ofrecería a Podemos puestos no vinculados al Gobierno pero sí en organismos o empresas públicas que «complementan» la acción del Gobierno.

Pero lo cierto es que el pulso entre Iglesias y Sánchez se disputa de forma muy polarizada. Coalición sí o coalición no. Si Iglesias hubiera logrado una coalición podría interpretarse como una victoria, pero no lograrlo sería un duro revés.

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