Pedro Sánchez admite que «lo más duro está aún por llegar» para pedir «sacrificio» y «unidad»

Casado exhibe sentido de Estado y le garantiza su apoyo ante esta «guerra» mientras Vox opta por la crítica

El jefe del Gobierno no realiza autocrítica alguna y subraya que los PGE perseguirán «la reconstrucción social y económica del país»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles durante su comparecencia Ep
Ana I. Sánchez

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«Ninguno de nosotros habría querido vivir este momento histórico. Ojalá no estuviéramos en esta situación», ha reconocido el presidente del Gobierno este miércoles ante un hemiciclo prácticamente vacío. Tan solo 35 personas entre diputados, ministros, letrados y fotógrafos se han repartido con amplia separación por el Salón de Plenos durante una comparecencia parlamentaria sin precedentes en la que Pedro Sánchez ha enviado un mensaje duro pero realista a un país confinado: «Lo más duro está aún por llegar».

El jefe del Ejecutivo ha pedido «sacrificio» y «unidad» a toda la nación ante los momentos que se avecinan: la acumulación de los días de aislamiento, el posible colapso del sistema sanitario y la manifestación de los daños económicos.

«Sé lo que pido, pero nada es caprichoso y gratuito, es lo que hay que hacer para salvar vidas y salvar nuestra economía», ha defendido, en un claro recado al presidente de la Generalitat, Quim Torra , el único responsable territorial que no se ha adherido la unidad de acción ante la pandemia.

En esta idea de la necesidad de unidad ha recalado el jefe del Ejecutivo de manera reiterada durante su discurso y lo mismo ha hecho después la portavoz del PSOE, Adriana Lastra.  

Sánchez, sin embargo, no ha sido igual de realista al repasar cómo nuestro nación ha llegado hasta esta situación. Ha defendido la declaración del estado de alarma sin incluir rastro alguno de autocrítica por la gestión de una crisis en la que se ha cometido un error tras otro.

Desde las continuas llamadas a la tranquilidad que homologaban la enfermedad con «una gripe» hasta la tardanza en la adopción de medidas, pasando por la llamada a la participación en las multitudinarias masivas del 8 de marzo.

Precisamente esa ausencia del reconocimiento de errores ha sido una crítica que le han dirigido buena parte de los representantes políticos. Desde el presidente del PP, Pablo Casado, hasta el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros , o el de ERC, Gabriel Rufián , aliado del Ejecutivo.

«Doblegar la curva»

Sánchez, consciente de las críticas y del malestar de la población, ha defendido su gestión escudándose en los ejemplos de los fallos cometidos primero en China e Italia, e incluso el pasado fin de semana en Francia para justificar que el coronavirus nos enfrenta a escenarios «dinámicos» , en definitiva, cambiantes de un día para otro.

Sobre el retraso en la aplicación de la restricción de movimientos y la declaración del estado de alarma se ha aferrado a que en una democracia un Gobierno no puede restringir derechos fundamentales como la libertad de circulación sin que sea absolutametne necesario

La promesa de que el Gobierno «no va a dejar a nadie atrás» ha sido otra de las ideas en las que ha abundado. En ella, se ha apoyado para defender las medidas económicas y sociales adoptadas ayer mismo con el objetivo de proteger tanto a familias y dependientes, como al paquete económico para proteger sobre todo a las pequeñas y medianas empresas y autónomos.

El objetivo, ha subrayado, es mantener el empleo y la actividad económica evitando que se destruya tejido empresarial para que la recuperación sea lo más rápida posible una vez se supere la emergencia sanitaria y sea seguida por un periodo de rebote de actividad «y no de estancamiento». «Tenemos que doblegar la curva» ha reiterado una y otra vez refiriéndose sobre todo a la expansión del virus pero también a la destrucción de empleo.

Sin embargo, todas sus medidas -que ha detallado otra vez una a una sin anticipar ninguna novedad- no son a juicio de la oposición suficientes para lograr ese objetivo. De nuevo la mayoría de los representantes políticos ha coincidido en reclamar medidas adicionales sobre todos para los autónomos, el colectivo más castigado económicamente por esta pandemia. No obstante, ha quedado garantizado el voto positivo de la mayoría de la Cámara al decreto de medidas contra el coronavirus.

Pide apoyo de PP y Vox a los PGE

Sánchez también ha adelantado parte de sus planes para cuando España supere la crisis. El Gobierno presentará unos nuevos Presupuestos para la «reconstrucción económica y social del país» en los que buscará el apoyo de toda la oposición, incluyendo PP y Vox. Además, ha prometido la creación de una comisión de evaluación sobre el sistema sanitario para detectar los posibles fallos y reforzar el Estado del Bienestar. «Es la hora de lo público», ha subrayado.

Siguiendo este hilo y de cara a ese después de la pandemia, Sánchez ha abogado por reconstruir «los vínculos que nos unían», los «sistemas que nos protegían ante las amenazas» y los servicios «desmantelados que ahora echamos de menos». También ha abogado por reconstruir «la naturaleza de nuestro debate político» para desterrar los argumentarios de la «destrucción». «Esta es una crisis temporal pero sus enseñanzas están aquí para quedarse, necesitamos que se queden», ha abanderado.

El jefe del Gobierno ha cerrado su intervención encomiando el civismo con que la sociedad española está afrontando las duras medidas de confinamiento, expresando su absoluto convencimiento en la capacidad del país «para asumir y desarrollar con éxito la tarea que tenemos ante nosotros» y su confianza en que «todos juntos conseguiremos superar esta crisis, saldremos más unidos y más fuertes».

Lealtad de Casado

En una nueva imagen sin precedentes, la tribuna de oradores y su micrófono han tenido que ser desinfectados por una empleada de limpieza, Valentina Cepeda, portada con mascarilla y guantes tras la intervención e Sánchez, y antes de que Casado pudiera iniciar su alocución. Un procedimiento que se ha repetido a lo largo de toda la sesión entre cada orador y que ha llevado a sus señorías a aplaudir a la trabajadora tras cada desinfección.

Casado ha compartido la petición de unidad lanzada por el líder socialista y ha destacado que «esta batalla la afrontamos juntos». El líder de la oposición ha demostrado sentido de Estado al aparcar los ataques al Gobierno dada la envergadura adoptada por la emergencia sanitaria.

Las responsabilidades, ha advertido, serán exigidas cuando la crisis haya sido superado y por ello ha comprometido su respaldo al Ejecutivo. «Encontrará más apoyo en nosotros que en sus socios de gobierno», ha querido reprocharle a Sánchez después de que éste lleve meses dibujando al PP como un partido desleal no solo al Gobierno sino a España .

Casado ha pedido al presidente del Gobierno la adopción de un plan de choque con más medidas para los autónomos, empresas y comunidades y el despliegue de las Fuerzas Armadas en todo el territorio sin excepción, pero ha adelantado el voto a favor de su grupo al decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros. «Nos pondremos en pie y superaremos esta guerra porque es el momento de la España eterna », ha cerrado su intervención.

Espinosa, crítica y más crítica

Frente al discurso de Casado, arrimando al hombro ante la crisis, la intervención del portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha tenido un tono muy distinto. Con el presidente del partido en su domicilio al haber resultado contagiado por coronavirus, Espinosa de los Monteros ha centrado su alocución en criticar al Ejecutivo y sacar pecho de las medidas que su formación ha pedido al Gobierno , sin éxito, durante las últimas semanas para evitar el avance del virus.

El portavoz de Vox desmantelaba así los argumentos de Sánchez sobre la imprevisibilidad evolutiva del virus y exigía el cese de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo , coordinadora de la gestión de la emergencia sanitaria.

Además, ha advertido que las medidas adoptadas han defraudado a su grupo. En esta línea, ha exigido la rebaja de impuestos y el aumento de las medidas dirigidas a ayudar tanto a las pequeñas y empresas empresas como a los autónomos para permitir la recuperación de empleo. Espinosa de los Monteros ha criticado que el Gobierno apoye los ERTES y ha pedido que se prohíban los despidos, junto a la extensión de la prohibición de las operaciones en corto en la Bolsa.

La intervención de Espinosa de los Monteros ha roto el tono de debate de guante blanco que ha presidido el resto de la sesión y ha servido en bandeja duros reproches y cruces de acusaciones con Sánchez.

Bronca con Vox

El jefe del Gobierno le ha acusado de «soberbia» y de sesgo de retrospección por detallar ahora las medidas que había que haber tomado la semana pasada. «Cree que sabía todo eso pero no lo sabía porque si lo hubiera sabido, lo hubiera dicho y nos hubiéramos enterado todo el país y toda la humanidad», le ha afeado en su segundo turno de intervención. El portavoz de Vox ha vuelto a contestar asegurando que a Sánchez le importan los españoles lo mismo que los rusos al dictador soviético Stalin.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, también ha renunciado con dureza a las críticas de Espinosa de los Monteros, cuyo discurso ha calificado de «nauseabundo», pero no ha querido entrar en ellas.

Rufián, en modo electoralista

La intervención de Rufián, socio del Ejecutivo, no ha sido más positiva. Con las elecciones catalanas en el horizonte, el portavoz de ERC ha aprovechado el debate sobre la emergencia del coronavirus para sacar a pasear el escándalo de las presuntas donaciones recibidas por Don Juan Carlos y advertir que su grupo volverá a pedir una nueva comisión de investigación.

El portavoz republicano ha aprovechado , además, para cargar contra su rival político, Junts, por la negativa del presidente de la Generalitat, Quim Torra, a suscribir la «unidad de acción» de todo el territorio español en la lucha contra el coronavirus y por haber recortado medios sanitarios en el pasado.

Siguiendo esa estrategia electoralista, Rufián ha expuesto como medida estrella reducir un 40 por ciento el presupuesto del Ejército para destinarlo a recursos sanitarios. Sin embargo, esta medida probablemente solo empeoraría la situación ya que las Fuerzas Armadas han sido desplegadas y están trabajando precisamente para la contención de la enfermedad, ofreciendo apoyo en los hospitales y en las calles para asegurar que el confinamiento se cumple.

Además, como debe saber Rufián, la escasez de mascarillas, trajes de protección e incluso camas y respiradores no obedece a cuestiones presupuestarias sino a la incapacidad de las fábricas que las producen para absorber la demanda. Por otra parte, el Gobierno ha puesto a trabajar, además, a todos los sanitarios disponibles , incluyendo los militares, reservistas y los alumnos universitarios de medicina y enfermería que se encuentran en su última etapa.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha abierto el pleno subrayando que los diputados que hoy no están sentados en el hemiciclo están cumpliendo su deber al seguir las directrices médicas para hacer frente a esta situación de emergencia sanitaria, y ha querido enviar su agradecimiento a los servicios médicos, fuerzas de seguridad, a todos los profesionales que siguen trabajando, familias y ciudadanos.

 

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