Sánchez acusa al PP de meter «a la ultraderecha» en el primer gobierno desde Franco: «Dimos alternativa»
El presidente del Gobierno se hace eco de las palabras del líder del Partido Popular Europeo y acusa a los populares de «claudicar» ante Vox
«El PSOE le dio una alternativa al PP». En el relato de Pedro Sánchez , los socialistas ofrecieron al popular Alfonso Fernández Mañueco que eligiera, en igualdad de condiciones, entre la abstención del PSOE para gobernar en solitario o un acuerdo con Vox para dirigir Castilla y León en coalición. Eso se desprende de las palabras pronunciadas este viernes en Versalles, Francia, por el presidente del Gobierno, cuando se le pidió una valoración del pacto entre el PP y Vox en esa región.
El jefe del Ejecutivo desplegó el escenario en el que seguro se moverá el PSOE de aquí a las próximas elecciones generales: él es el único capaz de parar gobiernos del PP con «la ultraderecha» . El miedo a la extrema derecha, agitado ya en 2019, le funcionó entonces para ganar dos comicios consecutivos, pero desde entonces, con excepciones contadas, los socialistas han sufrido un desgaste por su acción de gobierno y han sido incapaces de contener el auge de Vox en las encuestas.
Esa alternativa de la que hablaba Sánchez, además, contaba con una letra pequeña de difícil cumplimiento. El PSOE exigía al PP romper con Vox todos los acuerdos de legislatura cerrados con este partido en toda España, pero sin ofrecerle a cambio ninguna estabilidad en las administraciones presididas por los populares. En la práctica, esa oferta envenenada condenaba al PP a solo poder gobernar en aquellos lugares donde alcanzase la mayoría absoluta solo o con Ciudadanos; un partido en horas bajas que lucha por su supervivencia.
Mientras tanto, el PSOE seguiría gobernando sin obstáculos con Unidas Podemos –esa coalición que Sánchez llegó a decir que le impediría conciliar el sueño con tranquilidad– y con el respaldo externo de separatistas catalanes y de los herederos políticos de la ilegalizada Batasun a, en su día brazo político de la banda terrorista ETA.
«No» a una oferta similar
Lo que olvidó este viernes Sánchez es la oferta que en su día le hizo Albert Rivera , en septiembre del 2019, cuando le puso sobre la mesa la abstención de Ciudadanos a cambio de romper su acuerdo en Navarra con EH Bildu, apoyo externo del PSN. Los términos eran similares a los del PSOE de Castilla y León, pero entonces el presidente del Gobierno la declinó.
El Partido Popular Europeo (PPE) afeó ayer a los populares que vayan a gobernar en coalición con Vox, y a eso se acogió Sánchez para ahondar en su crítica . Lo que él considera, insistió, «es también lo que piensa el presidente del PPE, Donald Tusk , que ha dicho que el PP ha claudicado ante la ultraderecha».
El presidente dice que llamará a Feijóo cuando lidere el PP por su inquietud ante los pactos con Vox
Sánchez se recreó al ensalzar el titular de una agencia de noticias internacional, que recogía básicamente el mismo enfoque que aireó el día anterior en el Congreso de los Diputados la socialista Adriana Lastra: «Por primera vez desde [Francisco] Franco la ultraderecha va a poder participar en gobiernos».
«Es una situación grave . Los acuerdos entre PP y Vox llaman a una profunda preocupación », siguió Sánchez, quien sin embargo no quiso hacer sangre con la figura de Alberto Núñez Feijóo y se limitó a decir de él que le llamará para trasladarle su inquietud en cuanto sea oficialmente el nuevo presidente del PP. Sánchez, entrando ya en el contenido del acuerdo cerrado entre Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo , criticó algunas de las concesiones logradas ya por Vox, como que se pase a hablar de «violencia intrafamiliar» en vez de violencia de género. Para él, supon e que empiece a «banalizarse la violencia frente a la mujer» en plena semana de celebración por el 8-M, Día Internacional de la Mujer.
Además, volvió a acusar a Vox implícitamente de plantear políticas xenófobas –como hizo directamente el miércoles de la semana pasada en su comparecencia en el Congreso– al «señalar de nuevo al inmigrante» introduciendo términos como «inmigración ordenada». Por último, criticó que se deje de lado la memoria histórica en el país «con más desaparecidos» de Europa por la Guerra Civil.
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