Rivera descarta ya a Podemos y se ve de igual a igual con PSOE y PP
Se presenta como el único líder innovador con un proyecto para toda España
Cautela pero ánimo de victoria. Este es el espíritu que pretenden trasladar los dirigentes de Ciudadanos en cada acto, en cada entrevista. Son conscientes de que unas expectativas demasiado altas puede llevar aparejado un cierto desencanto la noche electoral. Pero están dispuestos a correr el riesgo . El discurso es claro: «se puede ganar al PP y al PSOE». El espejo del 27-S sirve a Rivera para trasladar que «no hay nada imposible» porque las elecciones catalanas ya han sentado un precedente.
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En esa batalla, la tesis con la que trabajan en el partido desde hace semanas es la de un partido a tres, descartando a Podemos para la batalla por La Moncloa. El presidente de Ciudadanos lanzó su precampaña el pasado domingo en Madrid , en un acto en la calle que congregó a cerca de 3.000 personas. En ese acto Rivera escenificó esa estrategia, avalada por la luna de miel demoscópica que vive el partido. "Estamos cada vez más cerca de la victoria, en todas las encuestas estamos pillando al PP y al PSOE , y dejando atrás a Podemos». Su afán es presentar a Ciudadanos como el único partido capaz de aunar regeneración política, frente al bipartidismo, y reformas en lugar de rupturas, frente a Podemos.
El jefe de Gabinete de Rivera y vicesecretario general del partido, José Manuel Villegas, explica que «son las encuestas las que dan esas tendencias. Siguiendo esa evolución nosotros planteamos la campaña para ganar las elecciones».
La campaña se articulará con muchos actos en la calle y, por supuesto, con un papel hegemónico de Albert Rivera, que de aquí al 20 de diciembre quiere visitar casi todas las provincias del país. «Vamos a intentar una campaña de mucho contacto directo », señala Villegas, también director de la campaña del partido. Una estrategia que ha ido evolucionando en las últimas semanas y que sigue evolucionando. «Hace unos meses la idea era centrar esfuerzos en provincias clave, pero ahora se abren opciones incluso en provincias que reparten solo cuatro escaños».
Una campaña muy personal en la que el líder de Ciudadanos apelará, como el pasado fin de semana en Madrid, a su condición de catalán como su forma de ser español. Una frase de Albert Rivera en la noche electoral de las catalanas ejemplifica como el partido entiende esos resultados como parte de una estrategia que le aportará réditos en el resto del país. «No ha sido el bipartidismo decante ni el populismo, sino Ciudadanos quien ha evitado que se rompa este país».
En Ciudadanos creen que las últimas encuestas corroboran que el partido tiene capacidad para crecer a nivel nacional también a costa de los electores del PSOE, algo que sucede desde sus orígenes como formación en Cataluña, pero que en el resto de España estaba en duda. El próximo 7 de noviembre el partido presentará en Cádiz su programa de reformas democráticas e institucionales. Unas propuestas que se centrarán en despolitizar los organismos reguladores y la judicatura , y en la que Rivera planteará el cierre «de aquellas instituciones que se han convertido en un cementerio de elefantes», en referencia a las diputaciones provinciales, pero sin olvidar tampoco una reforma del Senado que reduciría sus miembros y eliminaría su condición de cámara de segunda lectura. En la dirección del partido creen que estas propuestas tendrán una aceptación muy transversal entre antiguos votantes del PP y del PSOE, y entre los electores de edad algo más avanzada, la generación de jóvenes en la transición, donde el partido tiene una penetración menor que entre los jóvenes. El guiño a aquella etapa es constante en Albert Rivera, que el próximo domingo reúne a su Ejecutiva en Ávila, la ciudad natal del presidente Suárez.
Villegas plantea que los ejes del programa electoral serán tres. Por un lado plantear una reforma educativa mediante el acuerdo de todas las fuerzas políticas, por otro, las reformas económicas, haciendo hincapié en el contrato único y el complemento salarial para combatir la precariedad laboral. Y por últimos el proyecto de reformas democráticas.
Tras las elecciones municipales el partido cargó durante todo el verano con la etiqueta de ser la marca blanca del PP, algo que coincidió con su descenso en las encuestas. Ahora en cambio, tras el acuerdo presupuestario en Andalucía con el PSOE, el PP se ha lanzado a la campaña de que votar a Rivera facilitaría un Gobierno de Pedro Sánchez. En Ciudadanos están cómodos con esta nueva situación porque «nos posiciona en el centro del tablero político» . Sin embargo, son conscientes de que eso les obliga a una campaña en la que traten de presentarse de igual a igual con los dos grandes partidos, para no verse constreñidos entre los dos y ser víctimas de los llamamientos al voto útil que harán tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy.
«El discurso del voto útil está siendo aniquilado por las encuestas. Las menos optimistas nos sitúan ahora en torno al 17% de los votos», opina Villegas.
Resucitar viejos debates
Los dos van a ser objeto de duros reproches por parte de Rivera, que trata de guardar siempre respeto a los votantes de esos partidos, pero no a sus dirigentes. A Sánchez le acusa reiteradamente de no tener un discurso claro y de pretender resucitar viejos debates, como el de la religión en la escuela, que a su juicio solo contribuye a sembrar división. En el caso del PP las críticas son si caben más acusadas hacia Rajoy . Si en el caso del PSOE si se pueden escuchar críticas genéricas al partido, por ejemplo por la falta de proyecto común para toda España, en el caso de los conservadores las referencias son siempre «al PP de Rajoy», para trasladar la idea de un líder «obsoleto», con un proyecto «caduco», y al que critican duramente por su «triunfalismo» económico.
Villegas reconoce que el punto débil del partido se encuentra en las poblaciones de menos de 10.000 habitantes. «Tenemos que ver cómo cerramos esa brecha, donde tenemos menos intención de voto que la media». Piensa que es lógico porque en esos territorios tardan más en llegar los fenómenos de cambio . Y porque en la estrategia de implantación del partido «empezamos por un perfil de clases medias en ciudades grandes», reconoce. También apunta a que ya perciben que están alcanzando el equilibrio entre el votante femenino y el masculino, predominante hasta ahora.
Conscientes de que el bipartidismo se sostiene en raíces muy sólidas , Rivera ha buscado en los últimos días ejemplos internacionales para trasladar la idea de que el proyecto de Ciudadanos es ya una realidad en muchos países, que Rivera considera además «las mejores naciones del mundo». El pasado jueves reunió en Madrid a decenas de representantes de los Liberaldemócratas europeos, que gobiernan en hasta siete países de la Unión Europea (Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Eslovenia, Estonia y Luxemburgo). El último espejo internacional en el que se mira el líder de Ciudadanos es Justin Trudeau, el nuevo primer ministro de Canadá que ganó las elecciones hace algo más de unas semnas tras un espectacular vuelco de las encuestas. «Hace tres meses los liberales en Canadá eran terceros en las encuestas», recordó Rivera este domingo. "Estoy convencido de que en este partido a tres queda mucho partido por jugar. El futuro no está escrito".