Curri Valenzuela
El riesgo de resistir
No desea otra salida que no sea la de una nueva convocatoria electoral y Mariano Rajoy, el mayor experto en resistencia política de la historia reciente de España, está dispuesto a resistir lo que sea para conseguirlo desde que le dijo no al Rey hace dos semanas. Ahora le toca cerrar los ojos, sumergirse bajo el agua como esos niños que cuentan diez, veinte, treinta…y aguantar hasta que alguien le cuente que Pedro Sánchez no ha conseguido formar gobierno.
Corre el peligro de morir ahogado, pero ¿alguna vez en su vida dejó de salirse con la suya empleando esta fórmula tan infalible para él? Si tiene suerte, Sánchez fracasará en esa misión tan complicada en la que se ha embarcado y el Rey volverá a llamarle a él para pedirle que se someta a una sesión de investidura aún a sabiendas de que solo se trata de poner en marcha el reloj para que se celebre una nueva cita con las urnas a finales de primavera.
Ha sido el escenario por el que Rajoy ha apostado desde un primer momento y el único que puede permitirle mejorar sus resultados de diciembre tras una campaña en la que, derrotado el socialista, solo quedarán en pie PP y Podemos en un duelo mano a mano que le sería francamente favorable. Con su persona de candidato, naturalmente.
Cada vez hay más gente de peso, dentro y fuera de su partido, que dudan de que esto se parezca a lo que vaya a pasar. La fe en los estrategas del PP está en sus horas bajas. Pero en el círculo íntimo del presidente en funciones les ignoran. Rajoy ha utilizado la resistencia como arma letal para impedir que Europa le impusiera un rescate, Angela Merkel le hiciera endurecer la reforma laboral, Luis Bárcenas le pusiera en la puerta de Génova con sus «sms», Artur Mas lograra la independencia de Cataluña y Albert Rivera le superara en las encuestas.
Quedarse inmóvil y ponerse de perfil siempre le dieron muy buenos resultados… O no. Ni siquiera él puede tener la seguridad de que esta vez quedarse quieto, a la espera de los acontecimientos, le libre a él y a todos nosotros de un gobierno del PSOE con Podemos.