La responsabilidad del espionaje: una culpa repartida entre el Centro Criptológico y La Moncloa

El espionaje sufrido por Sánchez, Robles y Marlaska ha sido la excusa perfecta para que el Gobierno justificara la decisión de destituir a Paz Esteban , que en realidad es el pago de La Moncloa al secesionismo para poder agotar la legislatura. Es cierto que el Centro Criptológico Nacional, que depende del CNI, aporta el 'software' para garantizar la seguridad de las terminales móviles del Gobierno y los altos cargos. Pero no lo es menos que es la Unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Presidencia del Gobierno la que dicta las normas de uso y la que debe encargarse de que se hagan las auditorías correspondientes para detectar intrusiones.

Además, desde hace meses España tiene el 'software' necesario para detectar el espionaje con Pegasus y distintas fuentes consideran poco creíble que no se haya aplicado sobre los teléfonos del presidente del Gobierno y de los titulares de los ministerios de Estado, como son el de Interior, Exteriores o Defensa, máxime cuando se sabía desde hace un año que otros líderes europeos, como Macron, ya habían sufrido ataques.

«Hay una responsabilidad compartida; ni es solo del Centro Criptológico ni tampoco únicamente de La Moncloa. Lo que está claro es que nadie quiere admitir su responsabilidad. Ahora lo que hay que hacer es aprender de lo ocurrido para que no se repita», analizan fuentes de la seguridad del Estado, que remachan: «Pero al final, como siempre, el error lo paga un funcionario», mujer en este caso.