El relevo de Hernando, primer test de liderazgo de Sánchez

Los sanchistas esperan que la gestora les permita proponer al nuevo portavoz del PSOE en el Congreso en un momento de máxima actividad parlamentaria

Antonio Hernando, fotografiado en el Congreso EFE
Ana I. Sánchez

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La sustitución del portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando , será el primer test sobre el nivel de liderazgo que Pedro Sánchez ostenta sobre el grupo parlamentario, donde se decantaron a favor de Susana Díaz todos los diputados menos doce.

Concentrado ahora en el próximo congreso del partido, Pedro Sánchez quería acometer esta y otras modificaciones en la estructura de dirección cuando acabara completamente el proceso. Pero la salida de Hernando en un momento de máxima actividad parlamentaria, en plena tramitación de los Presupuestos Generales y con una moción de censura a falta de fecha, le obliga a tomar cartas en el asunto y no dejar en manos de la gestora la elección del sucesor de Hernando.

Sin embargo, su designación como secretario general no quedará ratificada hasta el congreso del partido. Es decir, es el nuevo líder elegido pero aún no puede ejercer este papel orgánicamente, ya que sigue correspondiendo a la gestora. Pese a ello, entienden los sanchistas que Javier Fernández no debe actuar en solitario sino pedir primero al nuevo secretario general electo el nombre de su candidato a portavoz, para después hacerlo suyo y transmitirlo al grupo parlamentario para su votación. José Luis Ábalos suena con fuerza como posible sustituto de Hernando.

Los diputados socialistas tendrán que ratificar después la propuesta de portavoz mediante votación, aunque hasta ahora siempre se ha hecho por asentimiento. El resto de los cambios en la dirección del grupo parlamentario también tendrán que ser ratificados por los diputados socialistas, aunque probablemente se producirán después de la celebración del congreso.

Batet y Ábalos

Nadie duda de que Sánchez querrá recuperar la dirección del partido en la Cámara Baja y que a la salida de Hernando se unirá la del secretario general, Miguel Ángel Heredia , una de sus adjuntas, Marisol Pérez Domínguez , y la portavoz adjunta, Isabel Rodríguez . Y parece evidente que Meritxell Batet y José Luis Ábalos , en los últimos puestos de la dirección parlamentaria, ascenderán dentro de este órgano. Es más, los partidarios de la presidenta andaluza esperan que el cambio de rumbo se realice de manera inminente.

Pero, ¿cómo controlar un grupo parlamentario abiertamente contrario al nuevo secretario general? Ésa es la gran incógnita que los sanchistas tendrán que resolver. Aluden una y otra vez al respeto de la democracia y del reglamento interno del partido para subrayar que, guste o no a los susanistas, hay un nuevo secretario general elegido y todos los socialistas deben acatarlo.

«Si no lo hacen, no pueden llamarse socialistas porque no estarían respetando la democracia sino que estarían apoyando otro tipo de sistemas», subraya una reconocida sanchista.

También subrayan con pragmatismo que la importancia de mantener la nómina a final de mes juega ahora a su favor y que, si bien sirvió a Antonio Hernando para abandonar a Pedro Sánchez en octubre, puede llevar ahora a que muchos diputados que apoyaron a Susana Díaz pasen al bando del nuevo líder buscando su supervivencia política. Pero todo está por ver.

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